Talento de Linares en UK

Este ingeniero técnico de minas afronta su primera etapa fuera de España, una experiencia que, como deja claro, lejos de amedrentarle le lleva a descubrir nuevas sensaciones y lugares y a conocer mucha gente

12 nov 2017 / 11:01 H.

Javier González Cañavate, de Linares, llegó a Londres en marzo 2012. Asegura que, antes, fue necesario un largo proceso de meditación, tanto interna como externa, una fase en la que se escuchó a sí mismo y a su familia y amigos. “Decidí dar el salto y adentrarme en esta aventura que lejos de amedrentarme me impulso a descubrir nuevas sensaciones, gentes y lugares”, reflexiona. En la capital del Reino Unido, este linarense trabaja como subdirector en el departamento de Investigación y Desarrollo de Producto y Formación en una multinacional de ingeniería alemana. Esta gran firma, como explica, comercializa lo que define como “producto español”, aunque su sede central esté en las islas británicas. Los clientes a los que atiende son los aeropuertos europeos, incluidos los del norte del Viejo Continente, como los de Noruega e Islandia. “Por ello, me encuentro de viaje gran parte del tiempo”, asegura, satisfecho de esta oportunidad que se le brinda. En cuanto a la formación de este directivo linarense, es uno de los alumnos de Ingeniería Técnica de Minas, en la Escuela Universitaria Politécnica de Linares, donde se especializó en Recursos Energéticos, Combustibles y Explosivos. Además, cursó el Grado de Ingeniería de la Energía en la Universidad de León. Es la primera vez que este jiennense por el mundo reside en el extranjero. “Hace unos años me ofrecieron una beca deportiva en Francia para jugar al rugby, pero tras una grave lesión en el hombro, todo se desvaneció”, lamenta.

Si se le pregunta por sus planes de futuro, responde que no van más allá de su día a día. Por ello, sobre sus objetivos, anuncia: “Quiero continuar mi desarrollo personal y profesional, aunque conlleve el estar lejos de mi tierra y de mi gente”. Eso sí, como casi todos los que se encuentran en su situación, en su punto de mira, en sus palabras, “siempre está volver a España y trabajar en lo que me gusta”.

Mientras llega el momento del retorno, Javier González Cañavate disfruta de todas sus aficiones y de las posibilidades que ofrece ser un “nuevo british”, aunque sea de forma temporal. “Continúo practicando el rugby, es un deporte que ha marcado mi vida, con el equipo del barrio, y también sigo en contacto con el Jaén Rugby, con el que disputo torneos de veteranos”, apunta. Y es que, con este equipo de la capital, jugó casi una década e, incluso, llegó a pelear por el acceso a a la División de Honor B. El actual club, se fundó en 2001 con la fusión del C. A. U. Jaén, el Sporting Rugby de Jaén y el equipo de Ingenieros de Minas de Linares. Su prestigio es más que conocido, puesto que, en los últimos 15 años, el Jaén Rugby ha aportado jugadores tanto a la selección andaluza como a la selección española en distintas categorías. Además, es conocido por su gran trabajo con las categorías inferiores.

Otra de sus pasiones es la bicicleta. Hace ciclismo hasta para ir a trabajar, “llueva, nieve o caigan chuzos de punta”, sostiene. Por si fuera poco, también se atreve con los deportes acuáticos, como el “kitesurf”, el “paddlesurf sup” y también es un amante del “skate”. “Cuando tengo oportunidad me gusta caerme y sangrar”, bromea, aunque admite: “Uno se hace mayor”. Otra de sus debilidades es la música: “He pertenecido a varias bandas y toco la guitarra clásica, la acústica y la eléctrica, además del piano, la percusión y algo de viento, como el saxofón y tuba”. Cuando puede, también mezcla música, ya que es pinchadiscos. “Últimamente estoy produciendo”, añade. Pero, quizás, lo que más le guste, asegura, es “disfrutar de mis amigos”. “Más aquí, lejos de los que están en España, y tomarme unas cervezas cuando tengo la oportunidad”.

Trámites en inglés

Los peores momentos que reconoce haber vivido en el Reino Unido llegaron cuando, sin conocer ni el lugar ni la gente y, sobre todo el sistema, hay que enfrentarse a “papeleos”, como los necesarios para residir legalmente en el país, como cumplimentar los formularios de la Seguridad Social (National Insurance), los bancos, la asistencia médica y, en general, el idioma. “No hay nada peor que tener que obtener citas, solucionar tramites y concretar cosas sin entender al 100% lo que te están diciendo, lo que hace que, en unos meses, te pongas las pilas, pero, hasta ese momento, se llega hasta a llorar”, admite. “Los mejor es, cuando al cabo de un tiempo, logras llevar la misma vida que querrías en España, pero en un país extranjero, así, el esfuerzo se ve que ha valido y merecido la pena, es un ejemplo de lucha y superación personal”, confiesa.

Demasiada distancia

Como otros muchos “jiennenses por el mundo”, el linarense Javier González Cañavate, tiene morriña de su tierra. Y es que, como deja claro, añora el poder estar junto a los suyos, echar un rato con su familia y sus amigos. “El poder quedar con alguien y en diez minutos estar tomándote algo”, es otra de las cosas que más asegura necesitar y es que, como explica: “Aquí, las distancias afectan bastante la vida social, que se ve perjudicada por ello”. Otro de las “complicaciones” de su vida londinense es la imposibilidad de hacer algo tan jiennese como coger el coche y, estar “en un abrir y cerrar de ojos”, en la playa de Granada, junto al Mediterráneo o en el punto más alto de la península en Sierra Nevada, afirma. Y es que, para él, la combinación entre clima, comida y bienestar jiennense, andaluz y español es insuperable.

Más fríos, aficionados a lo español y con una regulación laboral mucho más seria
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“Aquí en UK, lo que más se nota es el clima, ¡ay! mi madre lo que se echa de menos el solete andaluz”, reflexiona Javier González Cañavate que también reconoce que le cuesta acostumbrarse a la “frialdad de las personas en el día a día”, y, como apunta, más en Londres. “Se echa de menos el compadreo” de las ciudades pequeñas y la amabilidad de sus gentes”, reflexiona. También echa en falta la variedad y calidad, de la cocina mediterránea, aunque, eso sí, deja claro que cocina siempre que puede recetas españolas para recordar sus raíces.

“Lo que si es cierto es que a los españoles nos tienen un cariño especial, les encanta nuestra tierra, nuestras comida, nuestras tradiciones y nuestras mujeres”, sostiene. En el ámbito laboral, reconoce que las regulaciones y ley de Seguridad y Salud son bastante más estrictas, algo en lo que está de acuerdo, y se tiene mucho más en cuenta el bienestar de los trabajadores. “Miran muy mucho el que todos y cada uno de los trabajadores se encuentren bien y en un entorno saludable”, dice el linarense.

con las “viejas glorias” de un deporte de caballeros
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En una reunión del equipo de veteranos del Jaén Rugby, al que sigue muy ligado, en una imagen tomada en un campeonato en Avilés, Asturias. Esta formación peleó por el ascenso a División de Honor B hace una década.

un gran aficionado a viajar que descubre las islas británicas
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A este linarense le encanta viajar y, a la menor oportunidad, confiesa que aprovecha para hacer alguna excursión por alguno de los cuatro países del Reino Unido, es decir, Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda.

inmerso en un proyecto en el que está muy ilusionado
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Una fotografía tomada mientras trabaja en el último proyecto en el que estoy inmerso, CNDL-Candela. “La empresa y yo, como jefe del proyecto, tenemos bastantes esperanzas de éxito”, deja claro el linarense.

Disfrutando con una de sus últimas aventuras musicales
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Como miembro de una de las bandas de música en las que asegura que tuvo la suerte de formar parte. “Han mantenido viva mi pasión por la música”, asegura sobre el conjunto, llamado Chapalock.