Museo Íbero, un largo camino hecho realidad

La exposición con la que se ha puesto en marcha el Museo Íbero de Jaén tiene carácter temporal. La previsión es que en febrero de 2019 se inaguren otras tres salas una exposición permanente

17 dic 2017 / 11:20 H.

Si la creación de la Universidad de Jaén, en 1993, fue una de las mejores noticias para la provincia de Jaén de todo el siglo XX, ahora, la puesta en marcha del Museo Íbero es el más importante acontecimiento en lo que llevamos del siglo XXI. Un logro que, aparte de alineaciones astrales y confluencia de voluntades diversas, se debe, principalmente, a la lucha, esfuerzo y tesón de un puñado de jiennenses agrupados en la Asociación de Amigos de los Iberos, que preside la profesora Pilar Palazón, y en cuyas filas militan arqueólogos especialistas en el mundo ibero de la talla de Arturo Ruiz, Carmen Rísquez o Manuel Molinos y gentes de diferentes profesiones. Lo que ahora se expone en el Museo Íbero no es más que un aperitivo, pues la idea es que esté dotado de una exposición permanente que se nutrirá de los amplios fondos iberos que se custodian en los almacenes del Museo Provincial y de los que se encuentran depositados en otros almacenes que existen en la provincia jiennense como, por ejemplo, el silo de Mancha Real. Dicho proyecto museográfico, dirigido por Arturo Ruiz, lo lleva a cabo el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica y dispondrá de salas dedicadas a las formas de vida de la sociedad ibera, así como su relación con la muerte, la guerra y otros aspectos de la cotidianeidad.

Durante la inauguración del Museo Íbero, el pasado 11 de diciembre, la presidenta de la Asociación de Amigos de los Iberos, Pilar Palazón, en su intervención en el acto, solicitó de palabra al Rey Felipe VI que también fuese él quien inaugurase, el 29 de febrero de 2019, la exposición permanente del museo.

Un largo camino. La idea de hacer una gran exposición con las piezas y conjuntos escultóricos más significativos existentes en España surgió a raíz de la amistad que mantenían Felipe González y François Mitterrand. En París se celebraba una gran exposición sobre el mundo celta y el presidente de la República Francesa sugirió al presidente del Gobierno español que ya que España poseía tan rico patrimonio ibero se podría hacer una exposición similar monográfica, de carácter itinerante. Dicho y hecho, con la salvedad de que las cosas de palacio, ya se sabe, llevan su tiempo. Se tardó cinco años en prepararla. El resultado fue la magna exposición “Iberos, príncipes de Occidente”, que, en 1997 y 1998 recorrió las ciudades de París, Barcelona y Bonn. Incluso tuvo un apéndice, ya que las piezas del opidum de El Pajarillo (Huelma) estuvieron expuestas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con un clamoroso éxito. Un grupo de 45 jiennenses se desplazó a París para ver la exposición de los iberos y en el aeropuerto Charles De Gaulle los esperaba un autobús, que había enviado la organización para recogerlos. En el autobús se leía “Amigos de los iberos”. Cuando el grupo de jiennenses vio la exposición, comprobó que de las 400 piezas, prácticamente la mitad, 191, procedían de la provincia de Jaén. Entre ellos se gestó la idea de hacer una reivindicación del patrimonio jiennense y ese, según lo recuerda Pilar Palazón, fue el germen para constuir la Asociación de Amigos de los Iberos: “Los carteles que se desplegaron en París tenían la cabeza del lobo de Huelma. Todos los Campos Elíseos estaban llenos con la cabeza de El Pajarillo. Se veía por todas partes y eso era una emoción tremenda. Cuando vimos ese despliegue dijimos que tan pronto llegásemos a Jaén empezábamos a mover lo de constituir la asociación de defensa del patrimonio y así lo hicimos”. En junio de 1998 la Asociación de Amigos de los Iberos echó a andar ya legalizada por la Junta de Andalucía. Una de sus primeras reivindicaciones que la asociación tomó como bandera fue la de la cesión del edificio de la vieja Prisión Provincial de Jaén para albergar el futuro Museo Íbero. En el Carnaval de 1998, los miembros de la asociación salieron vestidos de iberos, junto con el grupo Panaceite, para pedir las llaves de la cárcel. “Yo les envié a los 97 ayuntamientos de la provincia de Jaén un modelo de moción, para que lo aprobasen en sus plenos para pedir al Patrimonio del Estado la reversión del edificio de la prisión para museo. Solo contestaron afirmativamente el 42 por ciento”, recuerda Pilar Palazón. También se hizo una acampada delante de la cárcel de tres días con sus noches, recogiendo firmas. Pero, sobre todo, la asociación se dedicó a difundir la cultura ibera a través de jornadas en diferentes municipios de la provincia.

Una vez que regresó a Jaén el conjunto de piezas del Cerro del Pajarillo, fue alojado en los depósitos del Museo Provincial. La asociación no entendía que, después de triunfar en el Grand Palais de París, en la sala de La Caixa de Barcelona, y en la capital de República Federal Alemana, Bonn, donde recibió más de 700.000 visitas, se vieran relegadas a unos almacenes. Miembros de la asociación realizaron numerosos viajes a Madrid para entrevistarse con el director del Círculo de Bellas Artes para que el conjunto del Pajarillo se expusiese allí. Esas gestiones contaban con el apoyo de la delegada de Cultura, Andrea Gómez, y de la propia consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Carmen Calvo, que se volcó literalmente con el proyecto. Durante un mes, las esculturas de Huelma se expusieron en el Círculo de Bellas Artes. Para ello, la Junta de Andalucía y la Diputación de Jaén alquilaron el salón de baile y allí se expuso, tal y como los comisarios, Arturo Ruiz y Manuel Molinos, consideraron que era como se mostraban en tiempo de los iberos.

La gran gesta que aunaba multitud de voluntades fue la creación del Museo Íbero y su inauguración, por el Rey Felipe VI, el pasado 11 de diciembre. Lo que se inauguró fue una exposición temporal, que ocupa solo una cuarta parte del edificio. Para ir abriendo boca. Una prueba de la expectación generada es el gran número de visitas que registra cada día el nuevo museo, al que acuden tanto ciudadanos a título individual, como colegios y turistas.

Los otros tres tercios se destinarán a la exposición permanente de los iberos, que estará dispuesta de forma temática. “Yo le pedí al Rey que el 29 de febrero de 2019 inaugure la exposición permanente, porque los jiennenses no queremos que la exposición temporal que se puede ver ahora, se transforme en permanente. Se merece tener toda la museografía. El Rey me dijo que si no había ningún impedimento, él estará de nuevo en Jaén dentro de 14 meses para inaugurar la exposición permanente del Museo Íbero”.

Respecto al material ibero que existe en Jaén, Pilar Palazón es taxativa: “Los jiennenses y muchos políticos de la Junta de Andalucía, todavía no se creen la enorme cantidad de obras iberas que hay en Jaén. Solo e suele conocer lo que ha estado expuesto en el Museo Provincial, pero hay muchísima obra como para llenar todo el edificio”. El proyecto museográfico ya está diseñado, dirigido por Arturo Ruiz. Una sala se destinará a las formas de vida de los iberos y a los usos de la vida en común en la casa, en el campo y en las distintas actividades cotidianas. Otra sala se destinará a los ritos funerarios y a todo lo relacionado con la muerte. El gran problema que existe desde tiempo inmemorial, y en eso coinciden todos los arqueólogos, son los expolios de los yacimientos, que destruyen el contexto y la posibilidad de una lectura histórica. Una de las vitrinas del Museo Íbero, al última, hace alusión a los expolios. Un ejemplo de los muchos que hay del daño que causan los expolios, es que hace unos, el Seprona requisó unas 3.000 piezas arqueológicas iberas, en unos grandes almacenes de Écija. Entre las piezas había la cabeza de un caballo procedente de la provincia de Jaén, del Santuario de las Atalayuelas de Fuerte del Rey y está descontextualizado. Del resto de piezas no se sabía su procedencia, ni la fecha a la que pertenecen.

Las piezas de las que se abastecerá el Museo Íbero de Jaén procederan de yacimientos de la provincia de Jaén. El Museo Arqueológico de Granada tienen previsto enviar un toro ibero, al parecer, procedente de Porcuna. Esa escultura está descontextualizada, pero va a ser depositada en el museo. También llegarán algunas piezas de otros lugares, pero nada más, salvo que se hagan préstamos puntuales. Las “damas” de Elche y de Baza seguirán atrayendo visitantes al Museo Arqueológico Nacional de España, donde son piezas estrella. Pero la provincia Jaén tiene suficiente entidad como para que el nuevo museo sea un atractivo con tal entidad que por sí mismo sea de interés turístico.