Las mascotas también tienen vacaciones

Residencias o guarderías para perros, gatos y otros animales, donde dejarlos durante vacaciones o viajes, asociaciones y clínicas veterinarias ofrecen a los propietarios de mascotas unos servicios con mucha demanda

20 ago 2017 / 11:09 H.

Los desvelos de quienes optan por poner una mascota en su vida no son pocos. El animal en cuestión termina convertido en uno más de la familia y la salud o los periodos de ausencia generan en sus dueños tanta preocupación como la que produce la de cualquier componente humano del hogar. “Quien lo probó, lo sabe”, que diría Lope de Vega refiriéndose al amor. El periodo vacacional implica, en muchos casos, la necesidad de buscarle acomodo temporal al perro, el gato, el periquito o el más de los exóticos ejemplares de la fauna susceptible de convivir con el hombre, con garantías de higiene, calidad en las instalaciones y una “agenda” atractiva para la mascota.

Si los campamentos estivales son unos de los destinos favoritos de los pequeños de la casa en estas fechas también los hay, a su manera, para el mejor amigo del hombre, el perro, que si bien no es el único, sí copa la demanda de cuidadores con los que dejarlos mientras la familia viaja o pasa unos días en algún lugar en el que no resulta operativo incluir al animal. Son las escuelas de adiestramiento, con variedad de ejemplos a la orilla del mar de olivos.

Rubén Fernández es el encargado de JaénCan, establecimiento del que es gerente Fernando Melero. Fernández asegura que este verano es todo un “éxito” —se deshace en gratitud hacia sus clientes—, con veintincinco perros en su residencia o guardería, y ochenta y cinco animales instruidos desde que abrió sus puertas, en mayo del año pasado. El centro, que cuenta con elementos de un “hotel de cinco estrellas” —climalit o videovigilancia, entre otras prestaciones— enseña, además, técnicas vinculadas con la seguridad y la búsqueda de sustancias ilegales, y organiza exhibiciones y campeonatos, entre las que destacan las que lleva a cabo en centros de mayores, de manera completamente altruista.

David Santoro, por su parte, dirige Maskampo, también en la capital de la provincia y que amplía su campo de acogida a gatos y otros animales, además de los perros, si bien los felinos son los menos asiduos a este tipo de servicios. “Los gatos se pueden quedar solos durante días sin ningún problema”, asegura Santoro, que sí cuenta entre sus “clientes”, por ejemplo, con periquitos. Para aliviar la nostalgia de los dueños les envía fotos por wassap, principalmente cuando los saca a pasear, en grupo, por los alrededores de las instalaciones. “Se trata de que los animales no noten la diferencia entre sus hogares habituales y el tiempo que pasan con nosotros”, afirma Santoro, y apunta igualmente a una nueva forma de proceder en este sector, más acorde con las prácticas que tienen lugar en las grandes ciudades: “El concepto de dejar a una mascota en un senil está decayendo, ahora se busca que salga a la calle”, concluye.

De la misma manera que se acude a internet para encontrar las mejores ofertas en alojamientos o viajes, la Red tiene ya espacios propios dedicados a quienes gustan de comparar antes de decidirse por una u otra oferta. Precios, establecimientos y testimonios de anteriores usuarios influyen a la hora de decantarse por la solución definitiva. Entre las más visitadas está guiaresidenciacanina.com, con “filtros” según costes, provincias y otras preferencias. Por otra parte, páginas web como Gudog facilitan a los propietarios de este tipo de animales domésticos contactos de cuidadores particulares que, en sus propias casas, se hacen cargo de los ejemplares hasta el regreso. Un recurso muy utilizado pero que no cuenta, eso sí, con los requisitos legales en cuanto a instalaciones y permisos para ejercer.

asociaciones. Dos colectivos velan por el bienestar de los animales en la provincia, las asociaciones para la Defensa y el Cuidado de Animales y Plantas (ARCA) y para el Bienestar y la Defensa de los Animales (Abyda). La primera, según su propia promoción, “fue creada en Jaén con el fin de recoger y cuidar estos perros y gatos que se encuentran abandonados irresponsablemente por sus dueños”. Es la otra cara de la moneda. Frente a aquellos que son capaces de echar mano de la cartera para desembolsar la cantidad de dinero precisa que les garantice que sus mascotas estarán bien cuidadas durante sus ausencias, hay quienes no dudan en abandonar al animal para sacudirse el “problema”. La asociación posibilita hacerse voluntario e, incluso, apadrinar a algún ejemplar de los que tienen en sus instalaciones a través de una cuota mensual que sufraga los gastos de manutención. Otro de sus fuertes es invitar a la adopción. Lo que sea con tal de que la existencia de estas criaturas resulte lo más agradable posible.

La Abyda, en consonancia con la citada entidad, se vuelca en proteger a los animales que resguarda en su refugio hasta que una familia “samaritana” se hace cargo de ellos. Un fin que, cuando llega, lo hace con el aval de tratarse de un hogar, a juicio de la protectora, apto para que la mascota viva en las mejores condiciones el resto de su existencia. Si no se produce la ansiada adopción, el colectivo asegura, a través de su página electrónica, que los ejemplares permanecen en las instalaciones hasta el final de sus días, mantenidos gracias a “los donativos de particulares, las aportaciones de los socios y ‘teamers’”, además de con el dinero que mes a mes ponen de sus bolsillos “para los gastos veterinarios, productos de limpieza, pienso, medicamentos, envíos...”.

Esta suerte de “sindicatos” de mascotas no es la única que se interesa por los animales que vagan en busca de un hogar al que entregar su cariño y fidelidad, no. Si pudieran votar por sí mismos, perros, gatos y demás compañeros del hombre podrían hacerlo depositando en las urnas una papeleta favorable al Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma), formación de ámbito nacional, fundada en el año 2003, que tiene su origen en una fuerza de carácter antitaurino. Aboga por la defensa de los animales, el fomento de las adopciones, el endurecimiento de las penas a causa de maltrato, persigue también que los transportes públicos permitan su acceso y apuesta por la desaparición de espectáculos como el circo o las propias corridas de toros; la caza y la pesca deportivas, igualmente, forman parte de la “lista negra” del Pacma. Pese a su concurrencia a diferentes convocatorias electorales españolas y europeas, a día de hoy el partido no cuenta con representación en cámara alguna.

Buenas costumbres
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El problema de las defecaciones en plena calle azota a las ciudades, y la provincia jiennense no se libra de ello. Numerosos ayuntamientos del Santo Reino, como el de la entidad local autónoma de Garcíez, promueven campañas publicitarias a pie de calle al objeto de remover las conciencias de los propietarios de animales que, lejos de actuar correctamente, no tienen reparo alguno en que sus mascotas ensucien las calles sin verse en la obligación, como dueños, de recoger los residuos. Asimismo advierten de la prohibición de que los animales anden sueltos, al objeto de evitar males mayores.

Núcleos zoológicos

La normativa legal considera núcleos zoológicos todas aquellas instalaciones destinadas para el alojamiento, la manutención, la cría o la venta de animales, incluyendo los que tengan como fin la posterior entrega en adopción. Para obtener este rango, imprescindible desde el punto de vista normativo, los interesados deben solicitar autorización administrativa y cumplir una serie de requisitos que afectan a extensión, ausencia de vecinos a los que pueda afectar la presencia de animales en sus alrededores y otras condiciones necesarias para poner en funcionamiento un establecimiento de estas características.

Gatos callejeros
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Asegura Matías Ráez, de CES Felinos, que al gato es mejor dejarlo en su ambiente aunque se vaya a faltar de casa, por ser un animal muy sensible. Al margen de esto, su colectivo vela por que las colonias de estos animales en la provincia estén esterilizadas, para controlarlas. “Habría que buscar una o dos personas que se encargaran de alimentarlos y oner placas de protección en los lugares donde viven los felinos”, añade Ráez, que piensa que en un periodo de tiempo de una década o tres lustros se habrá conseguido este objetivo. Se muestra optimista ante un dato que considera crucial: en 2016, doscientos gatos fueron adoptados.

Hámsteres y conejos

El abanico de los animales que sus dueños suelen dejar en residencias o guarderías jiennenses no se limita a los perros —los más frecuentes— o los gatos —que por sus características no están entre los animales más presentes en este tipo de establecimientos—; aves como los periquitos y ejemplares entre los que se encuentres hámsteres y conejos también están dentro del grupo de criaturas que sus propietarios, cada vez con mayor frecuencia, confían a residencias y guarderías para que los alimenten y vigilen mientras ellos, por diferentes motivos, se ausentan de sus hogares.