La alcaldesa honoraria de Pozo Alcón

El nombramento de la Virgen de los Dolores llega con motivo del 75 aniversario de la nueva imagen

04 dic 2016 / 10:19 H.

Aunque la imagen de la Virgen de los Dolores llegó al municipio de Pozo Alcón en torno a 1939 o 1940 —la anterior se quemó durante la Guerra Civil—, según explica el secretario de la cofradía, Antonio Perea, el primer dato histórico que tienen es de 1941, y por este motivo conmemoran este 2016 su 75 aniversario.

“La intención era la de hacer algo grande, porque aunque la Virgen de los Dolores no es la patrona del pueblo, recibe una gran devoción por parte de todos los poceños. Tanto es así que hasta hay lista de espera para ser el hermano mayor”, afirma Perea. Así, el colectivo realizó una intensa programación pensada para mayores y pequeños, con, entre otras actividades, charlas con contenido de catequesis para los niños, procesiones infantiles o la presentación de un cartel que coincidió con la misa celebrada con motivo del Día de los Difuntos.

Aun así, los “días grandes” fueron entre el 14 y el 17 de diciembre. En las tres primeras jornadas se celebró el tradicional triduo, mientras que el cuarto, con la presencia del obispo, Amadeo Rodríguez; sacerdotes de Cazorla y más de 20 hermandades y cofradías llegadas de Jaén y Granada, el Ayuntamiento nombró a la Virgen de los Dolores alcaldesa honoraria del municipio. “El evento se hizo en la plaza del Ayuntamiento, que no acogía ningún acto desde la década de los 60, y la verdad es que faltaron sillas y balcones. Además, la traca fue más larga y resonada que la de la propia Feria de Pozo Alcón”, recuerda el secretario. También durante este 2016 han registrado numerosas donaciones. Por ejemplo, los costaleros le regalaron un broche; una familia un incensario; la junta directiva un rosario, y vecinos, de forma anónima, han colmado de flores la imagen.

Cumplidos los tres cuartos de siglo, retos de futuro no les faltan. Como curiosidad, tras las elecciones celebradas recientemente, la cofradía cuenta, por primera vez en su historia, con una mujer como hermana mayor, Loli Iruela. Su objetivo es, en lo que respecta a la parte material, el de realizar un nuevo paso de palio de la Virgen de los Dolores —el que tenía era de madera—. También pretende engrandecer la cofradía en número de hermanos: “Desde hace unos años contamos con una profesión infantil a la que se suman todas las hermandades, y gracias a eso hemos pasado de tener 4 o 5 niños a 100 hermanos más menores de 14 y 15 años. Entonces lo que pretendemos es mantenerlos y abrirnos más a la gente joven”, explica. Además, anunció que “ronda” la idea de nombrar a la imagen copatrona, y entre lo que persigue la cofradía está el poder coronarla canónicamente.