Huesa clama por el empleo

El último informe de la Agencia Tributaria sobre la Declaración de la Renta (IRPF) sitúa a Huesa en el último lugar de la provincia. La mayoría de sus habitantes se ve obligada a emigrar cada año para trabajar en la hostelería o la agricultura. Su situación no es muy diferente de la de otros pueblos

05 nov 2017 / 11:33 H.

Entre semana, a la hora de la cerveza se ve cierto movimiento en los bares. Pero tiene algo de espejismo. En Huesa comienza ahora la campaña de la aceituna y, prácticamente, es el único trabajo por cuenta ajena de temporada. Así lo aseguran sus vecinos. Huesa, al igual que Quesada o Pozo Alcón, es puerta de entrada al Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Su enclave es privilegiado. Está rodeado por el Guadiana Menor y su fértil vega (con los Picos del Guadiana, una formación rocosa que, según se mire, puede asemejarse a un dragón dormido y del que el municipio va a solicitar la declaración de Monumento Natural). Muchos de sus montes están cubiertos de esparto, tomillo y lavanda. También se ven almendros y, sobre todo, olivar.

La gente de Huesa es amable, educada, cordial, hospitalaria y muy trabajadora. Hace décadas el esparto y las hierbas aromáticas eran una fuente de ingresos complementaria a las peonadas del olivar. Hoy también, pero la demanda de esparto es mucho menor, al haberse sustituido esa fibra natural por otra síntética de derivados del petróleo. La única alternativa real, aseguran los hueseños, es “la maleta” que es como en Huesa llaman al hecho de buscarse las habichuelas en la emigración. Y este es un pueblo muy emigrante.

El ciclo va rodado. Francisco carmona, agricultor, es propietario de un olivar y estos días está preparándolo para comenzar la recogida. Comenta que en primavera y verano la gente se va a la hostelería, fundamentalmente a la Costa Brava. También hay quien participa en las campañas de recogida de fruta de Alicante o Lérida. En otoño, la vendimia, con destinos en La Mancha, La Rioja y la sempiterna Francia. A finales de otoño e invierno, retorno al hogar y a la recogida de la aceituna. Un ciclo que se repite cada año como la rueda de la vida.

La proximidad del municipio al Parque Natural le aporta movimiento. El pueblo dispone de un hotel de dos estrellas, una exquisita gastronomía, una pensión y una serie de servicios que hace suponer que es un pueblo próspero, en el que están censados 2.553 habitantes.

Servicios. En Huesa no todo es desierto. Hay un buen número de hueseños emprendedores que intentan sacar adelante sus negocios con tesón y esfuerzo. Cada día abren sus puertas 4 talleres metalúrgicos (aluminio, hierro), 3 carpinterías, 2 panaderías de leña, 2 talleres mecánicos, 1 hogar del pensionista, 2 carnicerías, 1 pescadería, 7 tiendas de alimentación, 1 kiosco, 1 churrería, 1 librería-papelería, 4 restaurantes, 1 administración de lotería, 1 estanco, 2 sucursales bancarias, 6 bares, 2 fruterías, 1 tienda de vinos y productos gourmet, 1 dentista-podólogo. Además, hay 1 tanatorio, 1 centro de salud y 4 pastores con unos más que respetables rebaños de ovejas con sus respectivos perros. Muchos pueblos ya quisieran para sí tener este volumen de actividad.

Pero para el común de los mortales la realidad entronca más con los datos del informe de la Agencia Tributaria sobre la Declaración de la Renta (IRPF), publicado el pasado mes de octubre: Huesa, con 12.199 euros de media, es el municipio con menor renta declarada de la provincia de Jaén. Hay otros, como Chiclana de Segura, Chilluévar, Montizón, Cambil y Arquillos, pero su renta media es levemente superior.

“Aquí la cosa está fatal. Ahora porque estamos con la aceituna y se ve algo de movimiento, pero fatal”. Con estas elocuentes palabras sintetiza la situación económica Ana Isabel Molina, camarera del bar-cafetería “Lecar”, que está situado en el centro del casco urbano. Por su parte, María José Leyva, que lleva la cafetería del Hogar del Pensionista, coincide con su paisana: “Esto es una pena. La gente joven no viene y los abuelos se gastan poco”.

Ángela Alcalá, que junto con su hermana Gloria y Ramona Padilla, echan una mano a sus padres en la tienda de alimentación, un supermercado que también es bazar y donde se vende casi de todo, manifiesta: “Desde que empezó la crisis económica, las ventas bajaron bastante, pero no creo que estemos en un punto de pobreza como parece deducirse del informe. La gente compra menos, pero en Huesa se vive como en cualquier otro pueblo”.

Por su parte, Juan Alcalá Ortiz, un jubilado que fue emigrante en sus años mozos, expresa su punto de vista: “En Huesa se vive bien, pero a través de la emigración. Hay que emigrar todos los años para poder vivir bien. Los agricultores que tienen un poco de tierra se van defendiendo, pero los que no tenemos nada, que somos la mayoría, tenemos que emigrar”. El alcalde de Huesa, el socialista Ángel Padilla Romero, está articulando varios proyectos para fomentar el emprendimiento y que generen empleo y riqueza de forma sostenida y con una mayor fijación de la población en el territorio. Está convencido de que en Huesa no se vive ni peor ni mejor que en cualquier municipio de la comarca. Para poner en marcha los proyectos que baraja, dice, es necesario contar con el apoyo de las administraciones públicas. Considera que el informe de la Agencia Tributaria es “inoportuno y tendencioso”. Y añade: “La Secretaría de Estado de Hacienda ha querido hacer una noticia tendenciosa de unos datos. La lectura de esos datos parece más política que constatar una realidad social. Es cierto, obviamente, que hay problemas económicos originados por la crisis, pero este es un problema que afecta a todos los municipios y no solo de la provincia de Jaén, sino de España”. Asegura que su pueblo vive un proceso de recuperación económica: “La crisis ha hecho que mucha gente que se fue fuera a buscar una oportunidad laboral haya regresado a sus pueblos de origen. Esto ha supuesto que el número de jornales que había aquí en el campo ahora se repartan entre más gente. Eso implica que el poder adquisitivo baje”. Otra de las acciones para paliar la escasez de recursos, añade Ángel Padilla, es que tanto la Diputación como la Junta de Andalucía han puesto en marcha sus planes de empleo, que se complementan con las acciones que también se realizan desde el propio Ayuntamiento. “Quiero hacer un llamamiento a la Administración central —manifiesta Ángel Padilla— para que haya planes de empleo especiales como hay en Extremadura o Canarias, porque no se pueden ver con tintes políticos una realidad que la pide a gritos la sociedad”.