España abierta a refugiados

Seis familias refugiadas sirias llegan desde Jordania hasta el País Vasco gracias al primer programa de acogida mediante patrocinio comunitario

14 abr 2019 / 11:23 H.

Seis familias refugiadas sirias que llegaron esta semana a España desde Jordania fueron reasentadas bajo el primer programa de acogida mediante patrocinio comunitario puesto en marcha en España, el cual tendrá lugar en el País Vasco.

El grupo con el que se inicia este proyecto piloto está integrado por 29 personas —entre ellas 17 niños— que vivieron durante los últimos cinco años en Jordania en condiciones difíciles. Identificadas como casos especialmente vulnerables por los equipos de Acnur se sometió a consideración del Gobierno español su reasentamiento, que fue aprobado.

El Gobierno ya avanzó la intención de poner en marcha este proyecto piloto con el Ejecutivo vasco y Acnur con el objetivo de permitir a individuos, grupos u organizaciones implicarse en la acogida e integración de refugiados.

Este proyecto fue impulsado por Acnur, en estrecha coordinación con el Gobierno de España y el Gobierno Vasco. La acogida de las familias sirias en distintos municipios vascos se fraguó mediante un convenio de colaboración con Cáritas Diocesana de Bilbao, Cáritas Diocesana de San Sebastián, Cáritas Diocesana de Vitoria y la Fundación Social Ignacio Ellacuría. “Estamos muy satisfechos con la puesta en marcha de este proyecto piloto y agradecemos la buena disposición de todas las partes involucradas”, dijo la representante de Acnur en España, Francesca Friz-Prguda.

“Confiamos en que un futuro pueda replicarse en otras comunidades autónomas españolas, con la colaboración de las distintas administraciones públicas y de toda la sociedad: particulares, asociaciones ciudadanas, comunidades religiosas, ámbitos empresariales y académicos”, añadió.

Acnur estima que en 2019 más de un millón de refugiados en situación vulnerable de todo el mundo necesitan ser reasentados en otros países; sin embargo, las plazas que ofrecen los Estados rondan las 80.000. Según señala, los programas de patrocinio comunitario complementan los programas estatales de reasentamiento de refugiados y refuerzan la inclusión y cohesión social mediante el acompañamiento y la implicación de autoridades y sociedad civil.

Asimismo, combinan la necesidad de incrementar las vías legales de acogida, para evitar que las personas refugiadas arriesguen la vida en su viaje hacia la seguridad, con la demanda solidaria de la sociedad civil de ayudar a rehacer las vidas de personas que se han visto obligadas a huir de sus países por causa de la guerra y la persecución.

El patrocinio comunitario es un mecanismo de protección y una solución duradera acorde con los compromisos adoptados por los Estados en el Pacto Mundial sobre Refugiados, aprobado en diciembre de 2018 por la Asamblea General de la ONU.

Sobre el asunto, ¿puede necesitar Europa trabajadores inmigrantes en el futuro? La respuesta parece ser, a estas alturas del guion, afirmativa. La Comisión Europea avisa de que los países de la Unión Europea pueden necesitar en el futuro mano de obra inmigrante de cualificación baja y media a pesar de que la directiva europea sobre inmigración legal se centra fundamentalmente en facilitar la llegada de inmigrantes de alta cualificación.

“La directiva sobre inmigración legal se centra especialmente en la inmigración de trabajadores muy cualificados con la excepción de los trabajadores estacionales. Lo mismo se aplica en gran parte respecto a la elección de las políticas actuales en los Estados miembro, a pesar de que esto puede no ser apropiado a la luz de las brechas laborales del futuro”, avisó el Ejecutivo comunitario en un informe para evaluar el grado de adecuación de las diversas normas europeas para regular la inmigración legal en favor de encarar los desafíos futuros.

Así, el Ejecutivo comunitario advierte de que la proporción de personas con edad avanzada, dependientes de la población en edad de trabajar, la llamada tasa de dependencia, crecerá 21,6 puntos porcentuales desde el 29,6% y el aumento de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo “podría resultar en una mayor demanda de trabajadores para el cuidado de niños”.

“Ambos de estos factores podrían apuntar en el futuro a la necesidad de trabajadores de terceros países de baja y media cualificación a fin de cubrir la demanda en los sectores doméstico y de cuidados”, alerta el Ejecutivo comunitario en su informe, al mismo tiempo que avisa de que “facilitar” la movilidad de nacionales de terceros países sigue siendo “muy relevante” para responder a las necesidades del mercado laboral y las vacantes y las necesidades de las multinacionales de trasladar personal entre filiales e insiste en que los Estados miembros necesitan contar con “canales efectivos para la inmigración legal”.

“El trato justo de los nacionales de terceros países sigue siendo muy relevante para garantizar su integración efectiva”, concluye el informe.