El futuro está en juego

El Gobierno planetea la crear un grupo de trabajo para corregir “incidencias” en dificultad de las CCAA en la Selectividad

    09 jun 2019 / 11:38 H.

    La portavoz del Gobierno y ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, anunció la creación de un grupo técnico de trabajo para detectar y corregir las “incidencias” en la dificultad de la Selectividad de diferentes comunidades autónomas para garantizar la “equidad” de los estudiantes de toda España. “Hemos observado que había algunas incidencias que señalaban a ciertas dificultades diferentes y eso es lo que vamos a tratar”, explicó Celaá. Según la titular de Educación, este grupo de trabajo será mixto y estará integrado por representantes del Ministerio, de las comunidades autónomas y de la universidad. Sin embargo, Celaá rechaza crear una Selectividad, ahora denominada Evaluación de Acceso a la Universidad (EvAU), única para toda España. “Si por única entendemos exacta no, no es necesario, sería un empobrecimiento del currículo”, expuso la ministra.

    “Lo que el Gobierno va a hacer es garantizar la equidad, lo que no significa una prueba exacta para todas las comunidades autónomas, pero sí que tengan el mismo grado de dificultad”, precisó la ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, aunque no ha puesto fecha. Sobre las incidencias detectadas en la Selectividad, que en el caso de las provincias andaluzas comenzará mañana y se alargará hasta el próximo jueves, Celaá señaló como ejemplo los diferentes criterios de corrección en diferentes comunidades autónomas. “Si en un sitio una falta ortográfica se puntúa de manera muy negativa hasta descontar equis puntos, y en otro no, esa es una diferencia que se puede corregir y creemos que las comunidades autónomas estarán en disposición de aunar criterio”, añadió la ministra, remarcando que a pesar de estas incidencias la Selectividad “funciona bien”. Ese mismo mensaje defenció la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). “Consideramos que la EvAU es una prueba de acceso a la universidad que funciona bien y que, por ese motivo, cualquier intento de cambiarla debería hacerse desde el consenso educativo y tras un riguroso análisis de la realidad”, señalan.