El abrazo de los dos Jaenes

La Asociación Cultural Hijos de Jaén, que agrupa a peruanos residentes en territorio español, trabaja para cumplir, este año, su gran objetivo, el hermanamiento entre el Jaén peruano y el español

24 feb 2019 / 12:34 H.

La Asociación Cultural Hijos de Jaén nació hace casi una década, con el objetivo de agrupar a los hijos del que podría llamarse “Santo Reino” peruano residentes en España. Desde entonces, la entidad —con sede en Madrid— persigue una meta que sus asociados cada día sienten más próxima: el hermanamiento entre Jaén de Bracamoros —al otro lado del Charco— y la capital jiennense, dos territorios que, además de nombre, comparten el mismo afán por darse ese esperado abrazo: “Estamos centrados en el hermanamiento, que traerá, por un lado, una unión entre ambos ayuntamientos y cuyo proceso está activo actualmente”, asegura Glicerio Pachamora, presidente del colectivo, que justifica el “retraso” en “los cambios políticos” registrados en la Municipalidad de Jaén de Bracamoros tras la cita con las urnas: “El nuevo alcalde de la municipalidad está encantado con la idea, y así nos lo dijo él mismo tras tomar posesión de su cargo el pasado 2 de enero, tras las elecciones”, aclara Pachamora.

No en vano, los primeros pasos oficiales por parte de ambos ayuntamientos se dieron en 2011 y 2012, cuando las dos ciudades aprobaron, en sesión plenaria, el hermanamiento. Precisamente, el 18 de enero una delegación de la asociación se desplazó hasta el Jaén español dentro de una cita que, según el presidente de la asociación, resultó de lo más fructífera: “Estuvimos en la Universidad, a la que agradecimos la firma del convenio que tenemos con ella, y también fuimos al Ayuntamiento, donde presentamos copias de lo ya avanzado para el hermanamiento”, recuerda, y añade: “Ya solo queda, simplemente, ponerse en contacto y ejecutarlo, porque hay muy buena voluntad para ello”.

La delegación aprovechó al máximo su visita y, aparte de la institución académica y la administración local, mantuvo un encuentro con la Diputación de Jaén, en la persona de su vicepresidenta Pilar Parra, a la que “Hijos de Jaén” entregó el libro “Jaén, arqueología y turismo”, original de Quirino Olivera. Asimismo, según Pachamara, el colectivo de peruanos solicitó apoyo a la entidad supramunicipal para el hermanamiento. Un abrazo que, para cuando se produzca, llegará rodeado de otras iniciativas que la asociación ha incluido en su plan de trabajo para este año 2019.

Y es que este colectivo quiere evidenciar los lazos de unión entre una y otra ciudad de todas las maneras posibles, y qué mejor forma que incluir en los callejeros de los dos Jaenes, el de Bracamoros y el que tiene por patrona a la Virgen de la Capilla. A tal fin ha proyectado que en la ciudad que fundara, allá por 1549, el capitán jiennense Diego de Palomino exista un espacio rotulado como “Plaza de Jaén de España” y viceversa, es decir, que en la capital del mar de olivos una calle lleve el nombre de la urbe de la región de Cajamarca. No acaba ahí la lista de propuestas, siempre con un horizonte de fraternidad entre las tierras a las que solo un par de letras las diferencian en sus gentilicios —jaenense y jiennense—. En esa línea, la Asociación Cultural Hijos de Jaén tiene en mente “la implementación de la fiesta del café y el olivo tanto en zona peruana como española, una idea ambiciosa que, por ahora, no tiene fecha concreta pero en la que ya trabajan con el mismo entusiasmo que si la tuvieran prevista para mañana mismo. Además, la presentación de “Jaén, arqueología y turismo” en la capital del Santo Reino supondrá un nuevo reencuentro entre los dos Jaenes, cuando el propio Quirino Olivera Núñez se desplace a la ciudad para dar a conocer entre los jiennenses su ambiciosa obra.

Mientras llegan esas fechas, “Hijos de Jaén” actúa como “enlace” de su tierra en suelo español: “Muchos paisanos nuestros quieren venir a hacer turismo, a estudiar o a trabajar, y nosotros les informamos de los requisitos necesarios o de los lugares que deben visitar, alojamientos, transporte...”, apostilla Glicerio Pachamora, quien concluye: “Esto puede dar lugar a que pequeños inversores quieran llevar vino o aceite de aquí a Jaén de Perú, donde estos productos son mucho más caros que aquí”.