Aalborg y el encanto danés

La interculturalidad y el gran interés por el ecologismo fueron varios de los factores que hicieron que Eugenio Fernández, de Baeza, se enamorase de la ciudad danesa de Aalborg, donde vive desde hace casi dos años y medio

06 ene 2019 / 11:18 H.

Aalborg no es una ciudad demasiado grande. El sol, como en cualquier ciudad al norte de Europa, no tarda en ponerse por las tardes y su encanto reside en el agua, elemento que dota al entorno un carácter especial. Allí, al norte de Dinamarca, fue el lugar al que se trasladó, hace unos dos años y medios, Eugenio Fernández. Este baezano tuvo la oportunidad de estudiar en este municipio danés un máster para complementar su carrera en Ingeniería Civil. Y, finalmente, la suerte —acompañada de su talento— le sirvió para conseguir un puesto de trabajo en una empresa local, en la que trabaja actualmente.

Para Fernández fue un cambio de aires que resultó en una experiencia “muy positiva”, ya que en este tiempo fue capaz de aprender las costumbres y bondades de una cultura muy diferente a la española. Además, no solo se “empapó” de lo bueno que tiene la tierra de Christian Andersen, pues de ella también destaca la gran interculturalidad que hay entre sus gentes. “Es una sociedad muy diferente a la nuestra y lo mejor es que te da la oportunidad de conocer a personas de muchos países diferentes, con lo que puedes aprender de muchas culturas. Las cosas pueden ser muy diferentes a cómo estás acostumbrado a verlas”, afirma.

Fue en Aalborg donde Fernández comenzó a estudiar su máster en Estructuras e Ingeniería Civil, un programa en el que, según indica, había muchos más extranjeros que daneses. Después, comenzó a trabajar en la emrpesa Universal Foundation, donde se encargan de desarrollar el “Mono Bucket”, un nuevo tipo de comentación. En estos momentos, este baezano participa en el proyecto “Deutsche Bucht”, con el pretenden construir dos molinos de viento que cerca de la costa del norte de Alemania. “Nosotros lo que hacemos es diseñar dos cimentaciones con un estilo innovador que no se ha realizado todavía: el ‘Mono Bucket’, con el que intentamos combatir los típicos pilotes (la cimentación tradicional). Básicamente, es una solución que es mucho más ecológica y beneficiosa para el medio ambiente”, explica Eugenio Fernández.

Y es que, en Dinamarca, el ecologismo y la sostenibilidad están a la orden del día. De hecho, la tendencia a usar métodos de trasnporte que no sean contaminantes, como las bicicletas, está cada vez más en alza. Tanto es así, que la mayoría de los daneses prefiere pedalear que conducir. Este hecho fue una de las cosas que más sorprendió al baezano cuando llegó a Aalborg, quien destaca que esto hace que el centro de la ciudad tenga mucho menos tráfico y sea más tranquilo. “Yo, personalmente, también soy de esas personas que prefiere usar la bicicleta antes que el coche. De hecho, siempre que puedo, la uso. Además, reo que es algo que se podría implantar fácilmente en Baeza y que estaría muy bien”, propone. Asimismo, sostiene que, en Dinamarca, se tiene bastante más en cuenta el ecologismo y la sostenibilidad que en Andalucía. Tanto es así, que, según cuenta, quieren intentar que, para 2020-2025, el país se abastezca solo con energías renovables. “Además, en el tema de los coches, no sé hasta qué punto, a los vehículos que tienen cierta antigüedad les ponen impuestos súper grandes e intentan que la gente se compre vehículos más modernos y consuman menos”, dice. Aalborg, además, también está muy conectada a la naturaleza, pues en sus alrededores pueden encontrarse bosques preciosos, donde hay cabañas en las que se puede pasar la noche libremente. Otro de sus grandes atractivos es el cementerio vikingo de Lindholm Hoje, que se remonta a la época medieval y en el que se pueden ver unas 700 tumbas vikingas y de la Edad de Hierro.

difer encias con Baeza

“No hay absolutamente nada de Aalborg que me recuerde a Baeza”, sentencia con total seguridad Eugenio Fernández. Y es que, para este jiennense, las diferencias son demasiadas entre las dos ciudades. La más destacable, en su opinión, es que el municipio Patrimonio de la Humanidad, aunque sea invierno y haga frío o mal tiempo, hay gente en la calle; mientras que, en Aalborg, cualquier día entre semana que pasen las cinco de la tarde, “está todo súper vacío”. Sobre los edificios y el urbanismo también comenta que es muy distinto. “Baeza está llena de casas de diferentes épocas y muy antiguas, y, en Aalborg, la mayoría de viviendas son modernas o, como muy antiguas, del siglo XIX. Es una ciudad más contemporánea y moderna, con edificios altos y muy extensa”, expone. Asimismo, explica que, aunque no es muy grande, “sí que se necesita bastante tiempo para ir de un sitio a otro”.

Tan solo un tiempo

La experiencia de Eugenio Fernández con los países del extranjero no comenzó en Dinamarca. Anteriormente, el baezano disfrutó de una beca Erasmus en Austria, donde vivió durante nueve meses. Sin embargo, confiesa que no fue tan satisfactoria como la actual. Admite, que le gusta mucho más el ambiente y sociedad danesa y que no volvería a Austria. Eso sí, también declara que, aunque a corto plazo su futuro esté en Aalborg, no cree que sea así en unos años. “Creo que como experiencia está muy bien porque me está ayudando a aprender un montón, pero en cierto momento me gustaría tener un cambio de aires”, aclara. Sin embargo, aún no sabe qué hará. Entre las posibilidades, no contempla un regreso a España, ya que preferiría buscar suerte en otro país. Aunque señala que, en un futuro lejano, puede que la nostalgia le haga volver a su tierra.

La integración en la sociedad danesa, sus diferentes culturas y la barrera del idioma
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Desde que Eugenio Fernández llegó a Aalborg, asegura que, en ningún momento le costó integrarse en la sociedad danesa, ya que hay una gran mayoría de personas extranjeras. Además, expone que siempre se mueve en “ambientes muy internacionales” compuestos por gente de otros países donde “es más fácil integrarse”. Respecto a los daneses, indica que tiene algunos amigos, pero que no suele salir dentro de grupos de gente que sean solo de Dinamarca. “Ciertamente, es muy fácil tratar con los daneses. Son simpáticos y siempre te intentan ayudar en cualquier cosa, pero el tema de tener relaciones personales más cercanas es complicado. Además, en mi caso, también existe la barrera del idioma”, manifiesta. Ante esto, explica que, como en Dinamarca, “prácticamente todo el mundo” habla inglés, no se ha visto en la necesidad de aprender perfectamente el danés, del cual dice que tiene un nivel “medio-bajo”. “Es un idioma donde el tema de la pronunciación es muy complicado, pero gramaticalmente es bastante sencillo”, dice.

de camping con amigos
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La naturaleza y el disfrute de esta es algo muy apreciado en Dinamarca. Por ello, en la ciudad de Aalborg, existe la posibilidad de hacer camping en unas cabañas que hay en el bosque que la rodea con total libertad. Fernández y sus amigos aprovecharon esto para pasar un fin de semana juntos en un lago cercano.

el día de su graduación
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Uno de los días que Eugenio Fernández recuerda con más cariño es el día de su graduación en el máster. Tras un duro trabajo y muchas horas de estudio, Fernández pudo lucir orgulloso su diploma. “Fue un día en el que pude celebrar que había aprobado mi máster con compañeros de clase, amigos y familiares”, comenta.

Un paisaje precioso
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Uno de los lugares más turísticos y maravillosos en Aalborg es el fiordo Limfjord, una zona donde se respira tranquilidad y en la que se puede disfrutar de paisajes tan maravillosos como este, en el que también se pueden ver el edificio Utzon center y el puente que une Aalborg con la ciudad vecina de Norresundby.

un chapuzón único
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A unos kilómetros al sur de Aalborg se encuentra el bosque de Skørping, un paraje natural en el que hay un lago perfecto para aquellos que quieran darse un chapuzón y, por supuesto, que no tengan miedo de lo fría que pueda estar el agua. Eso sí, nadar en sus aguas es una experiencia única por el entorno en el que están.