A la caza de los cebos

La unidad canina especializada en la detección de cadáveres envenedados de la Junta de Andalucía realizó, durante el año pasado, 23 inspecciones a cotos y explotaciones ganaderas para detectar posibles irregularidades

05 mar 2016 / 21:36 H.

La unidad canina especializada en la detección de cebos y cadáveres envenenados realizó, durante el año pasado, 170 inspecciones en cotos de caza y explotaciones ganaderas. Esta iniciativa se realiza en el marco de la Estrategia para la erradicación del uso ilegal de cebos envenenados que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en todo el territorio andaluz para hacer frente a esta práctica ilegal. En el caso de Jaén, los casos estudiados son 23.

De la cifra total, 112 fueron de carácter preventivo y el resto de carácter urgente. Por provincias destaca Cádiz, con 30. La provincia jiennense, es la tercera de Andalucía que más inspecciones acumula. En la realización de inspecciones preventivas participaron los agentes de Medio Ambiente de las Brigadas de Investigación de Venenos de la Junta (el 98%) y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) (18%). En algunos casos también colaboraron agentes de las Policía Local de los municipios implicados.

El equipo de la Unidad Canina se creó tras poner en marcha la Consejería en 2004 la Estrategia andaluza para la erradicación del veneno, que contempla medidas centradas en la prevención, concienciación social, disuasión y persecución del delito. Esta iniciativa ha permitido reducir esta práctica ilícita en un 60%, aproximadamente, en los últimos años en Andalucía. Cabe destacar que los buenos resultados cosechados por este equipo canino motivó el interés de otros países y comunidades, a los que la Junta trasladó su experiencia.

El uso de cebos envenenados es una práctica extendida en el territorio español y europeo para controlar a los predadores naturales de especies cinegéticas y ganaderas, según informa Medio Ambiente. Este método de captura no selectivo supone una mortal amenaza para muchas especies emblemáticas y amenazadas en Andalucía como el águila imperial ibérica, quebrantahuesos, buitre negro, alimoche o lince ibérico.

A pesar de la gran complejidad de las actuaciones que requiere su erradicación, las medidas implantadas con la Estrategia Andaluza contra el Veneno del año 2004 han supuesto una reducción del 50% en el empleo de venenos en la región, pasando de los 205 casos detectados en 2006 a 94, en el año 2012. Éstas medidas han puesto a Andalucía a la cabeza de la lucha contra el veneno en Europa, participando también en proyectos Life relacionados con el uso de ilegal de venenos. El uso ilegal de veneno para matar depredadores es un delito contra la fauna penado con hasta dos años de cárcel y la inhabilitación para cazar o ejercer una profesión.

La Consejería convirtió la lucha contra el veneno en una de sus prioridades. La principal medida llevada a cabo es la puesta en marcha de la Estrategia Andaluza contra el Veneno, cuyas acciones comprenden tres grandes líneas de trabajo como son la obtención de información, la divulgación o las intervenciones policiales.

Como mecanismo de apoyo en las tareas de búsqueda y vigilancia de venenos, la Consejería creó en 2004 la Unidad Canina Especializada en la detección de cebos y cadáveres envenenados; una herramienta diseñada inicialmente para complementar la inspección ocular de los agentes de la autoridad. Iniciativa pionera mundial, marcó un antes y un después en la lucha contra el veneno contribuyendo no solo a su función inicial, la detección del veneno, sino además, y tal vez como la mejor de sus habilidades, a la creación de un importante efecto disuasorio en el envenenador, por ejemplo.