La III gala por la igualdad en Beas reconoce a las mujeres

Distinciones a Juana Antonia Alguacil, Saturnina Segura y Catalina López

15 nov 2018 / 19:20 H.

La Asociación Cultural El Yel-mo de Beas de Segura reconoce durante la III gala por la igualdad a tres vecinas del municipio por sus trayectorias. Un agradecimiento que tiene como objetivo valorar el trabajo realizado por muchas mujeres, que parecen invisibles, pero que tienen una gran trascendencia. Al acto de entrega de estas distinciones asistieron la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Beatriz Martín, el concejal de Deportes, Juventud y Hacienda, José Alberto Rodríguez, y la presidenta del colectivo organizador, Dolores Tauste. Previamente a esta gala, la asesora cultural, Teresa Valverde, realizó un trabajo de documentación y entrevistas, del que salió la proyección de un audiovisual con la trayectoria de cada una de las homenajeadas. Durante el acto, la emoción hizo que los recuerdos y sentimientos afloraran. Un respetuoso reconocimiento a tres grandes mujeres que hizo que el público vibrara con el relato de sus vidas.

Por un lado, Catalina López Jiménez, profesora de confección, ha sido una trabajadora responsable, solidaria y luchadora. Aportó durante años sus conocimientos pa-ra que muchas mujeres pudieran desarrollarse profesionalmente. Así, sus alumnas aprendieron de una gran maestra que siempre lo daba todo para que el trabajo saliera adelante. La segunda de las homenajeadas fue Saturnina Segura Gómez, también mujer y madre, que en los años que le tocó vivir tuvo que luchar para sacar a su familia adelante. Fue en la década de los años 50 cuando quedó viuda y, teniendo que cuidar de sus dos hijos, le sonrió a la vida en aquellos duros momentos y sacó fuerzas para que sus pequeños saliesen adelante contra viento y marea, un relato que necesitaba ser contado para transmitirlo a las generaciones venideras.

Por último, pero no menos importante, Juana Antonia Alguacil López. Una vida dedicada a su familia y a las tareas agrícolas, esta mujer tuvo que buscar horas en el día para poder plantar, ordeñar, recolectar, cuidar de sus hijos y cocinar. De esta manera, su vida pasó tan rápido que los sueños se quedaron en eso, en sueños. Aunque no pudo ir a la escuela, estaba siempre deseosa de aprender. Juana Antonia es definida como compañera, madre, amiga y, sobre todo, una gran mujer.

Tres historias que son solo una muestra de la fortaleza de las mujeres de Beas de Segura, que siempre tuvieron claro que era necesario aprender para salir adelante.