La Fuente de la Reja deja de manar y la Charca ya se seca

La sobreexplotación del acuífero se muestra de nuevo en Pegalajar

19 feb 2019 / 13:42 H.

Un mes y medio de lluvias y hasta seis nevadas dieron aliento y alegría, en el invierno de 2018, a la Fuente de la Reja, la que brota en el corazón de Pegalajar para regalar sus aguas a la Charca. Agonizaba este simbólico espacio de Sierra Mágina desde agosto de 2015, fruto de la escasez de precipitaciones de los últimos años y, especialmente, la sobreexplotación del acuífero que la alimenta. De hecho, la pasada primavera fue la séptima vez que “resucitaba” desde que se secó, por primera vez, en 1988.

Y ni nueve meses ha durado la alegría entre los pegalajereños que, desde hace 30 años, luchan por que su Charca, la que conciben como símbolo de la vida del municipio, no muera definitivamente. “A quienes la vida di, les reclamo en justicia que no me dejen morir”, reza el histórico lema que un día fue pintado en el propio embalse y hoy cuelga de balcones y ventanas por sus calles. En pleno invierno, la Fuente de la Reja ya no tiene agua y, consecuentemente, será cuestión de semanas que la Charca vuelva a vaciarse por completo: “Hace unas semanas que percibimos que dejó de tener movimiento la fuente. La Charca mantenía hasta ese momento el nivel de agua, pero ya va quedando muy poquita”, explica Diego Polo, vicepresidente de la Asociación Vecinal Fuente de la Reja, colectivo que lucha desde hace décadas por la supervivencia del acuífero. “A la espera de la última medición de los niveles del acuífero que realiza mensualmente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, nos tememos que ya están por debajo de los límites del derrame”, destaca Polo. De hecho, en enero, estaba “ligeramente por encima” de la cota de derramen, que está en los 800 metros. “Estaba al límite y hemos visto cómo ha bajado en los últimos meses”, destaca. De hecho, apunta que, desde el verano, han sido entre 7 y 9 metros los que se han perdido, un descenso “muy grande”.

“Ha llovido muy poco este otoño, las precipitaciones recogidas en lo que van de año hidrológico están en torno a los 200 litros por metro cuadrado, cantidad insuficiente para que se recargue el consumo existente”, apunta. Cabe recordar que existen pozos de extracción del manantial en tres términos municipales para abastecer a Mancha Real, La Guardia y Pegalajar. El valor acumulado de lluvias, como recoge la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre) hasta el 31 de enero, es 239 milímetros, lo que se traduce en un déficit de precipitación del 24% con respecto al valor medio del mismo período de los 25 años anteriores (315 mm).

Para abordar esta situación, ya en diciembre, se celebró una reunión en la Confederación Hidrográfica en la que tomaron parte diferentes técnicos y representantes de los ayuntamientos afectados en la que se hizo el seguimiento del plan existente de ordenación de extracciones de la masa de agua subterránea.

¿Por qué el Gobierno no ha tomado ninguna medida?
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¿Por qué el Gobierno de España no ha llevado a cabo ninguna medida tras casi un año desde su aprobación? ¿Tiene previsto el Gobierno llevar a cabo alguna medida que afecte a la Charca de Pegalajar?”. Estas son las preguntas que registraron, la pasada semana, en el Congreso los diputados de Unidos Podemos Diego Cañamero y Pedro Arrojo. Hacen referencia a una iniciativa que se aprobó en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso hace ahora casi un año —en marzo de 2018— para instar al Gobierno a que, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ejerza labores de conservación prioritaria de la Charca para evitar la creciente desecación de su acuífero. Esta propuesta fue aprobada con los votos a favor de todos los partidos políticos, a excepción del PP, que votó en contra. Tras el cambio de Gobierno en junio, apuntan, tampoco se ha hecho nada.

suciedad en el corazón de pegalajar

Y mientras que la Charca se vacía y los pegalajareños miran al cielo para ver si llueve, la imagen que ofrece este espacio tan representativo, como destaca el vicepresidente de Fuente de la Reja, Diego Polo, es “deplorable, de abandono”. “Es importante que la Charca, con agua o sin agua, esté siempre limpia, sin basuras. Es la imagen de nuestro pueblo y hay que cuidarla”, defiende. Las habituales barcas, en la tarde de ayer, ya no estaban.