“Ya sabes a lo que me dedico. Estoy vendiendo droga”

La Policía Nacional detuvo ayer a una vecina de la capital como presunta autor de un delito contra la salud pública. Fue arrestada cuando, presuntamente, estaba pasando hachís en mitad de la calle Almendros Aguilar y a plena luz del día. Los agentes de Seguridad Ciudadana la cogieron “in fraganti”. Vieron perfectamente cómo dos jóvenes montados en un ciclomotor se paraban delante de la mujer y cómo ella sacaba del bolsillo de su chaquetón “un envoltorio de color llamativo” que entregó a uno de los chicos. Él, a cambio, le dio un billete y se marcharon. Los policías se acercaron, entonces, a la mujer, a la que identificaron como Houda R. A., de 31 años. Cuando le preguntaron por los motivos por los que se encontraba parada en la calle, la procesada ofreció una respuesta muy contundente: “Ya sabéis a lo que me dedico estoy vendiendo droga”, les dijo “de forma verbal y espontánea”, tal y como recogen los funcionarios en el atestado en el que se da cuenta de la detención. En el cacheo de seguridad, los agentes encuentran 17 envases que contenían cocaína. En total, le decomisaron casi tres gramos. También llevaba unos 230 euros de dinero en efectivo.

La Policía Nacional pidió, entonces, al juez de guardia realizar un registro en el domicilio de la arrestada. Fue negativo. Los agentes no hallaron nada. Así que, por la tarde, Houda R. A. fue puesta a disposición judicial. En su declaración, ya estuvo mucho más comedida. Negó que se dedicara a menudear con “farlopa” y dijo que fueron los chicos de la moto los que le vendieron a ella las “diecisiete micras”, es decir, una mezcla de heroína y cocaína. Añadió que pagó por ellas 170 euros y que el dinero que tenía encima era porque se lo había dado su madre para pagar el alquiler, pero que se lo había “pulido” comprando droga para el próximo fin de semana porque se toma cuatro o cinco “papelinas” cada día.

Houda R. A. también aseguró que es consumidora habitual de sustancias estupefacientes y que estaba dispuesta a hacerse la prueba para demostrarlo. Al respecto, relató al juez que gasta un mínimo de 50 euros cada día para meterse una “raya”.

Tras escuchar su versión, el juez la dejó en libertad provisional, aunque con cargos. Mientras esté abierta la instrucción, esta vecina de la capital debe personarse en la sede judicial una vez por semana, para evitar su fuga. Houda R. A. ya cuenta con antecedentes policiales. En 2011, la detuvieron por tráfico de drogas, mientras que dos años después, pisó los calabozos de la Comisaría para responder por un delito de hurto. Ahora, su osadía puede costarle una condena por salud pública.