Viaje en el tiempo de Puro Teatro

El grupo jiennense de actores abre con éxito la Diverferia sobre
el escenario del Teatro Darymelia

16 oct 2018 / 12:01 H.

El lema de la Diverferia de San Lucas es “Lleva a un mayor al teatro”. Una forma de pasarlo bien en familia. Esta edición arrancó ayer con la obra “Cuatro corazones sin freno y marcha atrás”, con texto original de Mari Carmen Gámez y Tomás Afán, adaptación de una obra de Jardiel Poncela, que la puso en escena el grupo Puro Teatro de la Compañía Teatral La Paca, de Jaén. El elenco de actores lo integró una veintena de personas, movidas por el interés común de hacer pasar un buen rato al público asistente. La representación tuvo un carácter solidario, ya que la recaudación fue a beneficio de Poblado Mundo, una Organización No Gubernamental jiennense dedicada a atender a personas de la calle o en riesgo de exclusión social. Esta ONG, según comenta Mari Carmen Gámez, directora de Teatro La Paca, organizadora de Diverferia, “posee un piso de acogida en Jaén para una decena de personas y también lleva a cabo un proyecto educativo en Colombia, donde trabaja con los escolares para que se conciencien del problema que le supone a muchas personas vivir en la calle sin ningún medio”. La ONG, añade, les procura no solo techo, comida y vestido, sino también una importante y muy necesaria ayuda psicológica.

Viaje. La obra “Cuatro corazones...” es el viaje en el tiempo de una familia en España. La acción se sitúa a finales del siglo XIX, para pasar, en el segundo acto, a los felices años 20 y finalizar en la década de los 70. La trama comienza conque unas personas descubren un filtro de la inmortalidad. Todo va bien, ya que consiguen una de las máximas aspiraciones del ser humano, la de no morirse nunca, pero ni todo el monte es orégano, ni oro todo lo que reluce. No envejecen y cumplen más de 100 años. Y como los años no perdonan, su alegría inicial se les vuelve frustración, ya que son “coetáneos” de generaciones futuras que piensan y viven de forma diferente. Y como los saltimbanquis del tiempo no se adaptan a la evolución natural de las especies, pues no les queda otra que inventar un antídoto. Otro filtro que da marcha atrás, camino al pasado.

A pesar de su moraleja y de la importante carga filosófica, la obra resultó muy divertida y actores y público mayor y pequeño se lo pasaron en grande.