Veinte años de espera para la idea de recuperar Los Cañones

Mientras la piscifactoría del río Eliche estuvo en explotación, hasta finales de los 80 del siglo pasado, el paraje de Los Cañones era uno de los lugares que merecía la pena disfrutar. A apenas 8 kilómetros del casco urbano, se frecuentaba para la pesca de truchas, echar una cerveza en un idílico bar o refrescarse del riguroso calor de la ciudad. La extinta Agencia de Medio Ambiente de la Junta dejó la actividad pesquera en el paraje y el paraíso, desde entonces, cada día lo es menos. Lo curioso es que hace ya dos décadas que los poderes públicos piensan en recuperarlo, eso sí, solo hay que darse una vuelta por allí para ver que no es así. En la época en la que el bastón de mando lo tenía el popular Miguel Sánchez de Alcázar, la Administración local buscaba ya un acuerdo entre particulares, el Gobierno andaluz y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para echar a andar un proyecto que, incluso, se pensó en que se encargara al Centro Especial de Empleo. Desde hace un trienio, la Administración General del Estado tiene reservados más de 700.000 euros para invertir en la zona y, hace un año, una manifestación reclamó que, de una vez por todas, se salvara este lugar. “No entendemos como el Ayuntamiento de Jaén, encabezado por su alcalde, es incapaz de llevar adelante un proyecto que en su momento estaba dotado de presupuesto e interés de ejecución por el Estado”, reprocha Javier Ramírez, de Ecologistas en Acción, al actual regidor, el cuarto, tercero del PP en el cargo sin que se haya materializado la propuesta de hace dos décadas.

La necesidad de intervenir en Los Cañones del Eliche se volvió mayor desde que las inundaciones de 1996 causaron graves destrozos. Después se planteó la construcción de una presa de laminación, precisamente para evitar riadas, pero la idea, fruto de una fuerte oposición ciudadana, que arrancó en 2008, fue descartada por el Ejecutivo central, como recuerda el portavoz de la organización ecologista, veterano en la defensa de este enclave. Las concentraciones para exigir que las administraciones salvaran de una vez el paraje comenzaron a organizarse en 2013 con una muy numerosa hace poco menos de un año; todas sin respuesta. Los socialistas echan la culpa al Gobierno local y este se excusa con el argumento de que hay problemas con la expropiación de unos terrenos, mientras entidades, como Jaén Merece Más, le tiran de las orejas. Ecologistas en Acción defiende que este espacio tiene un doble valor, ecológico, patrimonial y paisajístico, que le vale estar catalogado y protegido como Paraje Natural Excepcional (PE-6), además de contener conjuntos arqueológicos de pinturas rupestres, declarados Bien de Interés Cultural. “Es importantísimo preservarlo del deterioro de la acción humana”, reflexiona. “Sirve para el esparcimiento, de recreo estival y contacto con la naturaleza y el agua, por lo que tiene un gran potencial”, insiste, convencido de que las dos vertientes son perfectamente compatibles, ya que la parte accesible se encuentra en la zona baja del cañón y no dañaría a la franja de alto valor ecológico y patrimonial. “Con la adecuación de la pasarela de la antigua piscifactoría, conseguiríamos convertirlo en un referente de accesibilidad y respeto ambiental y un nuevo atractivo turístico”, argumenta.