Unión entre la comunidad sorda

Jornada de Fraternización. Hay veces que el silencio está lleno de palabras y que no es necesario más que una mirada para expresar lo que se siente. Es el caso de los miembros de la Pastoral del Sordo de Jaén, que con motivo de la Cuaresma, realizaron un encuentro en el que participaron alrededor de unas ochenta personas sordas y sordo ciegas, de Granada y la capital. “Esta actividad forma parte del programa de la pastoral de la misión diocesana que realizamos”, relató Germán García, director del secretariado del Pastoral de Sordos de la diócesis. Tras la llegada de los invitados, compartieron un desayuno y visitaron la Catedral de la capital y el Camarín de Jesús, del que quedaron “encantados”.

Asimismo, también almorzaron juntos y realizaron una reflexión en torno a la Cuaresma. “Hace dos meses tuvimos un encuentro en Granada y ahora hemos querido invitarlos para que conozcan nuestra ciudad y poder compartir un día de convivencia con el objetivo de seguir confraternizando y compartiendo nuestras vivencias y experiencias”, aseguró María Maroto, responsable de la pastoral en Jaén. Se trata de una actividad importante puesto que la comunidad sorda es un colectivo “pequeño y especial por lo que es necesario que estén unidos de cara a la sociedad”. “En ocasiones nos sentimos un poco aislados de la comunidad, puesto que no tenemos una disfunción que se vea a simple vista, lo que nos dificulta, en ocasiones, la integración”, afirmó la responsable. Por otro lado, cada dos semanas se reúnen para conversar y hacer ejercicios espirituales que, según Maroto, les ayudan a “sentirse mejor”.