Unas 3.400 demandas de cláusula suelo, sin registrar

El Juzgado exclusivo está desbordado y recibe 15 casos diarios

12 jun 2018 / 08:35 H.

Un año después de ponerse en marcha, el sistema no funciona. Los juzgados especializados en cláusulas suelos, vencimiento anticipado, intereses moratorios, gastos de formalización de hipoteca o hipotecas multidivisa están al borde del colapso. Uno de los ejemplos más significativos está aquí, en la provincia de Jaén. El Juzgado de Primera Instancia 2-bis es uno de los más colapsados. Los números cantan. Ha recibido 5.446 demandas, esto es, una media de 15 diarias. No obstante, solo ha podido incoar unos 2.000 procedimientos del total. Eso significa que, en números redondos, quedan unas 3.400 demandas todavía sin registrar, es decir, que todavía no han empezado ni a instruirse. La situación se puede ver desde otra perspectiva que tampoco es halagüeña: el tribunal está tardando más de un año en dar salida a las demandas presentadas por los clientes, una situación que beneficia a la banca, pues desanima a los consumidores a reclamar.

El problema se veía venir desde el minuto uno. Lo avisaron jueces, abogados, procuradores y funcionarios el 1 de junio de 2017, cuando el nuevo juzgado exclusivo de las cláusulas suelo comenzó a andar oficialmente. Entonces, los profesionales de la Justicia dijeron que estaba abocado al fracaso. Un año después, los acontecimientos les están dando la razón. El órgano judicial nació saturado y la situación ha empeorado. Y es que las 5.456 demandas que ha recibido en doce meses suponen, pues, un volumen que multiplica por seis su capacidad. Hay que recordar que estos órganos están diseñados para soportar una carga de trabajo de unos 900 asuntos al año.

Fue el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el que diseñó el año pasado un plan para resolver todas las demandas relacionadas con cláusulas abusivas en contratos hipotecarios, cuya principal medida a adoptar fue la especialización de 54 Juzgados de Primera Instancia repartidos en toda España. El de Jaén comenzó a funcionar oficialmente el 1 de junio. Sin embargo, trabajó “al ralentí” durante las primeras semanas, ya que se encontró con varios problemas: la plantilla no estaba completa y el órgano judicial ni tan siquiera tenía sede propia.

En los últimos meses de 2017, el Juzgado comenzó a funcionar con normalidad. Sin embargo, es imposible dar cobertura al aluvión de demandas que se han presentado los afectados por cláusulas suelo en el último año. Las fuentes consultadas explican que lo normal es que, a partir de ahora, el ritmo de demandas comience a decaer, lo que conllevará que coja velocidad el número de los casos resueltos con una sentencia. No obstante, todavía queda mucho trabajo por delante. Parece claro que si se quiere solucionar el atasco a corto plazo, se necesitan más juzgados para atender las quejas bancarias. Es una patata caliente que le ha pasado el exministro de Justicia Rafael Catalá a su sucesora Dolores Delgado.

Fracaso del sistema de mediación

rechazo. Las asociaciones de consumidores denuncian que la cascada de demandas que siguen llegando a los juzgados son la prueba de que el mecanismo extrajudicial que dispuso el Gobierno para la reclamación de las cláusulas suelo ha fracasado. Más del 80 por ciento de los afectados ven rechazada su solicitud. Además, la entidades ofrecen un acuerdo que implica la devolución de una cantidad muy inferior a la que se cobró.

Larga espera de hasta dos años para que el juez pueda dictar sentencia

Desde que se presenta la demanda judicial hasta que el juez firma la sentencia, puedan hasta 24 meses. En Jaén, solo para que el asunto sea admitido a trámite hay actualmente una lista de espera de más de un año. Después, es necesario desarrollar todo el procedimiento que, aunque es relativamente sencillo, conlleva unos trámites. Lo primero que hace el Juzgado una vez que ha admitido a trámite la demanda es enviarla a la parte contraria (al banco). Así, la entidad tiene que contestar. Debe indicar si está de acuerdo con la demanda y, por lo tanto, paga lo cobrado indebidamente. Si no lo está, se inicia el procedimiento judicial. El siguiente paso es que el juez fija una vista previa. Se celebra en el juzgado y, normalmente, dura entre 5 y 10 minutos. Sirve para aclarar dudas sobre el proceso y solicitar pruebas. Cuando termina este acto, el juez puede decidir dejar el pleito visto para sentencia y, por lo tanto, no hay juicio, o considerar que es necesario el juicio para poder dictar la sentencia. Si opta por esta segunda opción, tendrían que pasar varios meses más para poder encontrar un hueco en la apretada agenda del Juzgado. Finalmente, el magistrado tiene que dictar sentencia. En total, pueden transcurrir más de dos años.