Una mujer descubre que lleva muerta once años y medio

Dolores figura como fallecida en las bases de datos de Hacienda y de la Junta

26 ene 2018 / 08:52 H.

Dolores Martos lleva once años y medio fallecida. Sin embargo, ella no se había enterado hasta ahora. “En los papeles dice que me morí el 27 de junio del año 2006”, dice esta anciana de la capital jiennense, con mucha sorna. Lo explica “de cuerpo presente” y después de haberse puesto guapa para salir en la fotografía que ilustra esta información. Su historia, desde luego, es kafkiana. Y es que Dolores Martos, de 81 años para 82, figura como fallecida en algunas bases de datos de algunos organismos oficiales, como la Agencia Tributaria y la Junta de Andalucía: “¿Tú ves que mi madre este muerta?”, bromea Laura Bonoso, una de sus diez hijos, mientras la abraza y le da un beso.

La mujer supo de su muerte virtual hace unas semanas. Había solicitado una subvención para la realización de un tratamiento dental. “Viendo que tardaban en darnos una respuesta, fuimos a la Junta de Andalucía para preguntar. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando nos dijeron que no le daban el dinero porque figuraba como fallecida”, explica Laura Bonoso. “No lo podíamos creer”, añade. A partir de ahí, la familia hizo las comprobaciones oportunas. “Acudimos a la Agencia Tributaria y nos confirmaron que, efectivamente, mi madre aparecía como fallecida en sus registros. Coincidía todo: su nombre, el DNI y la dirección”. Lógicamente, pidieron un certificado con esa información que, literalmente, decía que Dolores Martos había muerto el 27 de junio de 2006, según la información facilitada por la Seguridad Social. El siguiente paso fue regresar a la Junta de Andalucía. Allí se llevaron otra sorpresa mayúscula: “En esas bases de datos, también se da a mi madre por fallecida, pero con fecha de 4 de octubre de 2017. Es un desbarajuste absoluto”, aclara Laura Bonoso. Donde está todo correcto es en el Registro Civil, el órgano encargado de inscribir las defunciones: “No sabemos qué ha podido pasar con la Agencia Tributaria, con Hacienda y con la Junta”, añade la hija de Dolores. Su madre no ha tenido problema alguno para recibir otros servicios públicos, como la asistencia médica o la teleasistencia.

Durante las últimas semanas, la familia ha tratado solucionar el entuerto en el que se ha visto envuelta esta anciana de la capital. Sus intentos han tenido escaso éxito: “No nos hacen caso en ningún sitio. En algunos lugares, nos trataron hasta de locos y de tontos y nos decían que lo que contábamos era imposible”, concluye. La prueba más fehaciente del error es que Dolores está vivita y coleando.

qUIEREN UNA SOLUCIÓN INMEDIATA

Los familiares de Dolores Martos aseguran que están “hartos” de ir de un lado para otro para intentar arreglar el problema que tienen encima. “Nadie se hace responsable de lo que ocurre y nadie lo soluciona. Podemos comprender que se haya producido un error, pero no que no se subsane”, explica con seriedad Laura Bonoso, la hija de la afectada.