Una labor callada pero con grandes resultados

El grupo de investigación “Complejos metálicos moleculares y soportados de interés biológico o tecnológico” tiene su germen en el Colegio Universitario de Jaén durante los años 80, cuando se denominaba “Interacciones de metales en sistemas biológicos y desarrollo de nanomateriales”. “En general, en este tiempo hemos crecido, y también cambiado objetivos, puesto que vamos agotando diferentes campos de investigación”, explica uno de sus integrantes, el profesor de Química Manuel Melguizo.

De esta forma, en un principio estaban más centrados en las áreas de química de la coordinación, supramolecular y síntesis en química orgánica para pasar, más adelante, con temas relacionados con otras áreas, como la química de interfases y ciencia de materiales. Entre las líneas de investigación en las que trabaja el grupo se encuentra, por un lado, la preparación de receptores moleculares capaces de unirse a aniones metálicos tóxicos, el desarrollo de métodos enfocados a mejorar su capacidad absorbente de iones de interés medioambiental, así como la obtención de nanopartículas metálicas y la preparación de catalizadores híbridos. “Los catalizadores están muy valorados, porque permiten hacer transformaciones a costes muy bajos, lo que supone una importante optimización energética. Últimamente estamos enfocados a los que captan la luz solar y producen hidrógeno, que es uno de los combustibles líquidos que podríamos decir del futuro, aunque ya lo tenemos muy presente en la actualidad”, afirma Melguizo. También trabajan en el desarrollo de compuestos de coordinación y organometálicos que permitan la liberación de monóxido de carbono o con compuestos derivados de benzodiacepinas. Todos ellos se podrían utilizar como fármacos, además de derivados de análogos biológicos. El grupo, compuesto por diez profesores (sin contar con los estudiantes de doctorado), se divide en las áreas de química inorgánica y orgánica. Y además de las colaboraciones que surgen de manera esporádica con otras universidades, mantienen una estable con un grupo de investigación de la Universidad de Florencia (Italia).

La producción científica del grupo de investigación ha dado lugar en este tiempo a la publicación de más de cuatrocientos artículos, a los que se suman las más de trescientas contribuciones en congresos nacionales e internacionales, así como a la participación en una patente.