—¿Es la primera vez que visita la provincia de Jaén?

—Así es, pero no solo Jaén, también Europa. Por ello estoy muy emocionado y contento de reencontrarnos con nuestra historia y parte de nuestra cultura. Queremos agradecer a la Asociación de Hijos de Jaén en Perú que residen en España, así como al alcalde, concejales y los que han tenido a bien recibirnos de manera protocolaria y de forma tan entusiasta. Eso nos llena de optimismo y mucha alegría, de tener nuevamente a una delegación de amigos jiennenses de España.

—¿Qué es lo que más le ha sorprendido de su visita?

—Su gente, al igual que la de Jaén en Perú, somos bien amistosos y entusiastas con los visitantes. Y el clima es muy hermoso, la arquitectura y el urbanismo muy antiguo y hermoso también, con la limpieza y el ordenamiento muy interesante, que nosotros lo llevamos como experiencia para que nuestras ciudades en desarrollo podamos replicar este tipo de experiencias.

—¿Qué le ha parecido la inmensa presencia de olivos?

—Ustedes tienen el olivo y nosotros el café. Recordamos mucho cuando, hace ya nueve años, recibimos a la delegación de jiennense con cinco olivos de Diario JAÉN a modo de regalo. Debo informales que ya están hermosos, han crecido mucho, así que les invitamos nuevamente para hacer este intercambio cultural.

—¿Cómo avanza el proyecto de hermanamiento de ambos municipios de Jaén?

—Hace años que llevamos intentando firmar el hermanamiento. Yo llevo nueve meses en la gestión como alcalde y el de aquí también hace poco que está en el cargo. Eso es positivo y va a permitir que propulsemos lo antes posible la firma de hermanamiento oficial, ya hemos firmado la intención y esperamos que, en los próximos meses, se dé el hermanamiento y la firma en Jaén de Bracamaros, en Perú.

—Tal como ha comentado, lleva poco como alcalde, ¿qué tal la experiencia en el cargo?

—Es un reto muy importante, tenemos que ver las necesidades de la población, resolver problemas de la sociedad y ahí es esencial las alianzas estratégicas con otros municipios fuera de la frontera del país para intercambiar ideas y perspectivas, para ver a dónde va el desarrollo para mejorar la calidad de vida. Todo ello lo permitirán los hermanamiento y el intercambio cultural, comercial y turístico.

—¿Había algún punto en particular que quisiera visitar de la capital jiennense?

—Tengo 36 años, recuerdo que los primeros textos que enseñaban en colegio, en Primaria, hablaban de un Jaén de España y yo, por aquel entonces, me lo imaginaba en mi mente. Luego, ya con internet y Google, buscábamos más información de la ciudad y veíamos que era muy hermosa. Gracias a Dios, es un sueño cumplido para mí estar de visita protocolaria, la primera de autoridad de Jaén de Perú y es emocionante. No tengo algo en particular que quiera conocer, lo que quería era ver en conjunto cómo se complementan estas dos ciudades y cómo a través de nosotros llegamos a intercambiar puntos de vista. Eso sí, creo que todo es hermoso aquí. La arquitectura, las iglesias, su gente... Todo ello nos da una energía positiva para seguir avanzando y mejorar nuestras ciudades.

—¿Sabe que también hay un Jaén en Filipinas?

—Sí, nos hablan de tres Jaenes. Ojalá tengamos ese reto junto con Jaén de España de conocer el de Filipinas en algún momento. En estos tiempos de mundo globalizado las fronteras se rompen y es un reto como autoridades acercar a la humanidad en diferentes lugares y estar unidos por siempre.