Una agresión machista y amenazas a los policías

La Policía Nacional tuvo que reducir a un jiennense que recibió a agentes del Cuerpo con una escopeta, un arma, que estaba descargada. Para descubrirlo, eso sí, uno de los agentes de azul que acudió a su vivienda se jugó el tipo. Los hechos son un tanto confusos, pero, según las fuentes consultadas, todo ocurrió, el domingo por la tarde, en las inmediaciones de la Avenida de Andalucía de la capital.

Varias patrullas se movilizaron ante el aviso de un joven que había ido a buscar ayuda hasta las dependencias que la Comisaría tiene en la calle Obispo Estúñiga, conocidas por los ciudadanos por ser las que acogen la expedición y renovación de documentos nacionales de identidad y pasaporte. El alertante detalló un episodio de maltrato de su padrastro contra su madre y que, incluso, él mismo se había visto obligado a intervenir para evitar males mayores, antes de acudir a la Policía Nacional. Al parecer, llegó a golpearle con una silla. Antes de que los agentes llegaran al domicilio, donde estaba el denunciado como agresor, encontraron a una mujer en el portal, con signos de haber sido maltratada, que confirmó la versión de su hijo. Fue entonces cuando los policías llamaron a la puerta de la vivienda, sin éxito, y, finalmente, la que aseguró ser la víctima les dio una copia con la que entraron. El hombre que había dentro les recibió con un arma de fuego, con la que les invitó a irse por donde habían venido, lo que motivó una rápida intervención de los uniformados. De esta forma, el sujeto fue arrestado y conducido a la Comisaría, con la idea de trasladarlo al Juzgado de Violencia de Género lo antes posible, lo que estaba previsto ayer por la mañana, donde también fue enviado el sospechoso de otro delito de este tipo. Allí, se decidirá qué delitos se le atribuyen por su conducta. El portavoz del Cuerpo en Jaén no desmiente lo ocurrido, aunque sin desvelar detalles del caso.