Un vidente irá a juicio acusado de abusos a dos “pacientes”

Presuntamente, tocó a una mujer en plena sesión y lo intentó con la otra

05 may 2016 / 13:00 H.

Enrique S. E. decía ser vidente. Un adivinador que aseguraba ver el futuro a través de las cartas del tarot. Ponía sus dotes clarividentes al servicio de los linarenses en un local situado en una de las calles más céntricas de la ciudad, en pleno corazón comercial. Sin embargo, para la Fiscalía, el gabinete de videncia no era más que “una excusa” para sugestionar a las mujeres que acudían a la “consulta” y “realizarles tocamientos libidinosos en contra de su voluntad”. No en vano, Enrique S. E. se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial para responder de dos delitos de abuso sexual, uno consumado y el otro en grado de tentativa. El Ministerio Público solicita para este vidente una condena de cinco años y nueve meses de cárcel, así como indemnizaciones de 3.600 euros para las dos denunciantes.

Los hechos se remontan al 28 de enero de 2015. Ese día, una mujer llamó a la sala operativa del 091 para alertar, entre llantos y visiblemente angustiada, que había sido víctima de una agresión sexual. Rápidamente, una patrulla de Seguridad Ciudadana se desplazó hacia el lugar donde se encontraba la víctima con el fin de socorrerla. Los agentes se encontraron con una joven que sufría una fuerte crisis de ansiedad y que contó que había acudido a un vidente para que le echase las cartas. Fue, durante la sesión, cuando el supuesto adivinador, presuntamente, la sometió a tocamientos contra su voluntad.

Tras la denuncia, la Policía Nacional de Linares procedió a la detención de Enrique S. E. como presunto autor de los hechos. Las investigaciones posteriores desvelaron que, al menos, hubo otro caso en el que, al parecer, se pudieron producir los abusos denunciados.

Ahora, la Fiscalía acaba de presentar cargos contra él. El Ministerio Público sitúa el primer episodio el 27 de enero de 2015, cuando una de las mujeres acudió al local, porque el acusado le había propuesto realizarle “una limpieza espiritual (...), ya que estaba cargada de energía negativa”. El escrito de acusación relata que, una vez en el interior el gabinete, el vidente le pasó las manos por el cuerpo: “Le intentó tocar el pecho y los glúteos. La mujer tuvo que taparse con sus manos y retirarse. Incluso, pretendió darle un beso en la boca”, relata, literalmente, la fiscal Ana Carolina Parejo.

El Ministerio Público sitúa el segundo episodio apenas un día más tarde. La víctima fue al local acompañada de una amiga y de su hija. Sin embargo, la Fiscalía asegura que Enrique S. E. le dijo que tenía que entrar sola al gabinete, por lo que sus acompañantes se marcharon. La mujer había acudido para saber si iba a poder tener hijos. Presuntamente, lo que hizo el vidente es decirle que le mostrara su ombligo. “El acusado puso una mano sobre el vientre y le dijo que quería ver el estado de la matriz. Aprovechó para agarrarla por el cuello e introducir un dedo de la otra mano en la vagina de la mujer”, explica el escrito de acusación provisional. La “paciente” logró deshacerse del vidente apartándolo de un empujón, según siempre su relato. Después de escapar del local, avisó a la Policía Nacional de lo que había pasado.

Para el Ministerio Público, Enrique S. E. es responsable de un delito de abuso sexual en grado de tentativa y otro consumado. Por el primero, reclama nueve meses de prisión. Por el segundo, la petición de condena se eleva hasta los cinco años de cárcel.

Cuando fue detenido, la Policía aseguró que Enrique S. E. les decía a sus víctimas que, en realidad, era “médico psicoanalista”, pero que se dedicaba a la videncia porque era su verdadera vocación y le era más rentable.

En un principio, el acusado niega todos los cargos que le imputa la Fiscalía y se declara inocente. El juicio está previsto en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Jaén para dentro de unas semanas.