Un festival con nombre propio

El mejor flamenco inunda el Teatro Darymelia con el vigésimo octavo “Pepe Polluelas”

20 oct 2018 / 11:24 H.

Flamenco y San Lucas son sinónimo del “Pepe Polluelas”, el festival que organiza la Peña Flamenca de Jaén cada octubre. Un año más, esta cita tan esperada por los aficionados volvió al Teatro Darymelia, como siempre, con un cuidado cartel de figuras de primera línea y un guiño a los artistas de la tierra. Artistas consagradas como Filo de los Patios compartieron escenario con jóvenes promesas, como Lela Soto, última incorporación al festival para sustituir a “El Boleco”, como informó la organización horas antes de la actuación. Socios de la Peña y otros amantes del flamenco llegados desde la provincia disfrutaron de esta cita que, aunque está a punto de cumplir tres décadas, sus raíces son mucho más antiguas. De hecho, los primeros festivales flamencos jiennenses se comenzaron a celebrar en 1975, como explica el crítico y vicepresidente de la Peña, bajo el nombre “Reunión Flamenca en Jaén”; más tarde, se celebrará en la caseta “Las Tres Morillas” y, si se tienen en cuenta estos, este año alcanzaría su edición número 44. Cabe recordar, como apunta Valera —también presentador del festival—, que fue en 1991, tras la muerte de José Ruiz Pérez, “Pepe Polluelas”, el entonces alcalde jiennense, Alfonso Sánchez Herrera, propuso a la Peña resaltar la calidad de este cantaor y dar su nombre a este espectáculo.

La noche más flamenca de San Lucas la abrió Lela Soto, considerada una de las voces jóvenes con más proyección del panorama flamenco actual. Esta madrileña es la heredera más joven del legado de la casa de Los Sordera. Su padre, Vicente Soto “Sordera”, y su madre, Luisa Heredia, bailaora, le han transmitido desde pequeña la esencia y el amor por el flamenco. En el escenario del Darymelia estuvo acompañada por la guitarra de Antonio Carrión, músico de Mairena del Alcor (Sevilla) muy apreciado por la afición jiennense, procedente de una familia de gran tradición flamenca, ya que su padre, Carrión de Mairena, le enseña los primeros sones y compases del flamenco. Y junto a él, otro fantástico guitarrista para este festival, Antonio Luque “Patrocinio hijo”, descendiente del cantaor Antonio de Patrocinio.

La de Lela Soto “Sordera” no fue la única voz femenina del “Polluelas”. Hasta Jaén llegó Filo de los Patios, cantaora con una larga carrera y reconocida en certámenes tan destacados como el Festival del Cante de las Minas, donde fue finalista en 2014. Con Carmen Linares como madrina, en su currículum resalta su cercanía a grandes cantaores, como Naranjito de Triana, Calixto Sánchez, El Chato de la Isla, Juan Valderrama, Enrique Morente, Salako de Córdoba y José Menese.

Cancanilla de Marbella, otra de las grandes voces del flamenco, volvió a pisar el Festival Pepe Polluelas, como ya hiciera en 2014, año que compartió cartel con Antonio Reyes, Carmen Gersol y Carlos Cruz. El cantaor malagueño Sebastián Heredia es una de las voces más respetadas por sus muchos años de formación y profesionalidad en los mejores festivales del calendario flamenco, como apuntan desde la Peña Flamenca.

No faltó en este cartel un artista de Jaén, como es habitual. Y este fue Eduardo Martínez “Niño Jorge”, uno de los mejores cantaores de la capital, de corte clásico, que recogió su saber, de oído, escuchando a su abuelo Jorge, y a su padre Manuel y en los escenarios desde los 16 años.