Un familia lleva 40 días en la calle tras sufrir un desahucio

Viven de la caridad de los vecinos en el Parque de la Concordia

06 jul 2017 / 10:42 H.

María Lorente (52 años) y Miguel Robles (57) llevan 40 días tirados en la calle. Su “casa” es el Parque de la Concordia, aunque han pasado tan desapercibidos que pocos se han dado cuenta. “Nos da vergüenza pedir y estar aquí. Hemos pasado tres días sin comer nada por no parar a alguien para que nos comprara una barra de pan”, narra María Lorente. Fue Irene Morales Cañas quien ha hecho que se conozca su situación. Cuando paseaba a su perro por el Parque de la Concordia, vio a María Lorente llorando. “Me preguntó que qué me pasaba y le dije que estaba así porque necesitaba 3,8 euros para comprar unas pastillas y una barra de pan. Subió a su casa y me bajó lo que le pedí. Entonces, me dijo: Señora, ¿no me va a pedir nada más?. Y le dije que no”.

Sin embargo, Irene Morales Cañas grabó un vídeo que subió a su muro de la red social Facebook que ya han visto miles de jiennenses. La joven acaba a lágrima viva por la desesperación que le genera ver a una familia tirada en la calle que no tiene ni para comer. No obstante, sirvió de mucho. A partir de ahí existen colectivos que se han movilizado para prestarle ayuda. Muchos vecinos bajan y le compran alimentos básicos del supermercado. Ellos conversan y hasta juegan con los niños de las personas que van a ayudarle. “Sobrevivimos gracias a la gente de Jaén. Hay muchas buenas personas”, afirma Miguel Robles. La familia llegó el 27 de mayo a Jaén. Vivía en la calle Carreras, en pleno centro de Villanueva del Arzobispo, pero una entidad financiera ejecutó el desahucio —el 24 de mayo— y los dejó en la calle. No podían pagar los 350 euros de la hipoteca, por lo que se quedaron sin la casa. Cuentan que les daba vergüenza estar en la calle en Villanueva del Arzobispo porque allí son conocidos, por lo que hicieron las maletas y se vinieron a la capital.

Entonces, María Lorente, Miguel Robles, su dos perros Charly y Misha y su gato Slach, cogieron una bolsa con ropa y se vinieron a Jaén. “Nos da mucha vergüenza estar aquí”, insisten. Miguel Robles tiene 26 años cotizados en la Seguridad Social, pero sufrió un accidente. Cayó de un árbol. Desde entonces, tiene lastimada las espalda, ya que el golpe le agravó las dos hernias discales. También tiene la mano pendiente de una operación.

María Lorente ha pasado toda su vida limpiando casas y cuidando ancianos. Sin embargo, nunca tuvo contrato. Ahora, ni uno, ni otro tienen derecho a ninguna prestación. “Nos hemos movido. Fuimos a la Subdelegación del Gobierno de España, a la Delegación del Gobierno andaluz y al Ayuntamiento. Lo único que nos dijeron que nos pertenecía era 3 días en el albergue. Nos colocaron la etiqueta de transeúntes. Pero, y ¿después qué?”, se pregunta María Lorente. Desde hace 40 días, su vida es dura. Desayunan un café calentito que les dan los camareros de un negocio cercano al Parque, comen un trozo de pan con lo que le dejan los vecinos y cenan en el comedor de Belén y San Roque. Se sientan en sillas y colchones que les ha dado Cáritas y se bañan en la fuente del Parque de la Concordia. Cuando tienen que ir al baño, piden favores a los negocios de la zona. “En la vida nos imaginábamos que nos veríamos así”, afirman los dos. Su vida es muy dura. En el Parque hace mucho calor y frío por las noches. Pero, por el momento, no tienen ningún sitio a donde ir.