Un apoyo en la búsqueda de empleo

Veinte años de trabajo. Ese es el tiempo que avala la labor que realiza la Asociación para la Integración y el Desarrollo Comunitario Avance, que preside María José Tello. Primero en materia de salud, con el principal objetivo de ayudar a los afectados por el VIH y el sida, y que en la actualidad mantienen, aunque más centrada en la actualidad a la detección precoz de la enfermedad. Con posterioridad se sumó el apoyo para la inserción sociolaboral de personas con dificultades a la hora de encontrar un empleo a través de diferentes programas.

“En el año 2000 comenzamos con iniciativas de cualificación profesional, sobre todo enfocadas a los residentes en el barrio de La Magdalena. En concreto, empezamos con un programa de la antigua Consejería de Asuntos Sociales, y desde entonces han pasado unos 2.000 vecinos por las iniciativas organizadas en materia de formación”, explica Tomás Gutiérrez, uno de los técnicos que desarrolla su labor en la asociación Avance. El siguiente paso fue la colaboración con el SAE (Servicio Andaluz de Empleo) a través de las unidades de Orientación, y de hecho el colectivo cuenta con una unidad de Andalucía Orienta que trabaja en el ámbito provincial para personas que se encuentran en situación de exclusión social. “Esta clasificación la realizan los servicios sociales comunitarios del Ayuntamiento, y a través de nuestra herramienta lo que trabajamos es en la realización de itinerarios de orientación laboral”, puntualiza Tomás Gutiérrez.

Para ello, cuentan con dos técnicos y orientadores, y para cada uno de los usuarios de la unidad se realiza un itinerario personalizado, de tal forma que se trabaja sobre todo con los déficits que presenta con el objetivo de facilitar su incorporación al sistema de recursos o para que tengan una inserción laboral. “En la actualidad atendemos a 575 personas en total, y fundamentalmente nos centramos en zonas desfavorecidas de la ciudad de Jaén, y en los municipios de Andújar y Mengíbar. “En concreto, los participantes asisten a cuatro horas de orientación individualizada y, a partir de ahí, se derivan a la red de recursos públicos del SAE. Porque para participar en cualquier programa de inserción público uno de los requisitos es que tengan abierto su itinerario”, indica el técnico.

A ese proyecto se suma otro de acciones experimentales, en el que trabajan con 150 personas de Jaén y de Andújar, parados de larga duración, por lo que cobran una prestación por desempleo y están en situación de exclusión: “Con ellas lo que se hace es un seguimiento de manera más intensa en la inserción laboral. Hacemos cursos formativos de limpieza, de técnica de ventas, de inglés comercial o de informática orientada hacia el empleo, al tiempo que asesoramos a los participantes que quieran constituirse como autónomos”. El programa comenzó a principios de enero, y en la actualidad cuentan con 30 personas que ya están dadas de alta por cuenta ajena y como autónomos. El objetivo final, puntualiza Tomás Gutiérrez, es llegar hasta las 50 inserciones.

Y otra cuestión que pusieron en marcha el pasado año 2014 fue el tema de la promoción de empresas de inserción. “Aparte de promover el autoempleo y que las personas que se dirigen a nosotros sean capaces de situarse al frente de su propia empresa, tenemos una firma pequeña, que en la actualidad cuenta con tres trabajadores. Una empresa de inserción relacionada con la limpieza de todo tipo de instalaciones, con la que pretendemos, sobre todo, dar cabida a personas que se encuentran en situación de exclusión social”, asegura Gutiérrez. Una firma cuyo funcionamiento es muy similar a la que tiene Cáritas Interparroquial en materia de recogida de ropa, que buscan consolidar para que cada vez puedan contar con más inserciones laborales.

Ese es su principal objetivo para los próximos meses: contar con más cartera de negocio para la empresa de inserción y la puesta en marcha de itinerarios personalizados. A estos programas se suma el “Avanzaempleo”, que también se centra en el barrio de La Magdalena: “Ahí trabajamos con cuarenta familias con el mismo objetivo que en las iniciativas anteriores: darles herramientas formativas y habilidades para el empleo y asesorarles para que tengan su propio empleo, o bien haciendo de intermediación”. Una labor que no sería posible, reconoce el técnico de la asociación, sin las 30 personas que participan como socios y que sostienen el colectivo, mientras que como técnicos para el desarrollo de los diferentes programas e iniciativas que el colectivo tiene en marcha hay 9 personas.

De esta forma contribuyen a los que son sus principales objetivos, y que pasan por la defensa de los intereses de las personas que se encuentran en situación de riesgo de exclusión social y en la atención a personas que se encuentran desempleadas, jóvenes o aquellas que lo tienen más complicado. También entre sus fines está la creación de espacios de encuentro y de participación del movimiento asociativo y del voluntariado, y el impulso de la mediación, facilitando el acceso y administración de la misma.