Triste confusión entre tosferina y bronquiolitis

Cada vez que su pequeño cuerpecito vibraba con la tos, sus almas se encogían. Emma llevaba algo más de un mes en este mundo y para sus padres era la niña de sus ojos. Su primer bebé. La tos no desaparecía y la llevaron a su pediatra el 4 de abril. “Nos dijo que tenía reflujo. Al jueves siguiente volvimos y nos mandó que le diéramos manzanilla”, cuentan fuentes de la familia a este periódico. Pero la tos seguía, por lo que decidieron llevarla a Urgencias. “Le miraron el flujo y nos dijeron que era un resfriado, por lo que nos volvimos a casa”, recuerdan. Pero la pequeña Emma no aguantaba más por lo que, según las fuentes consultadas, la noche del viernes al sábado se quedaba sin respiración. “Nos dijeron que tenía bronquiolitis, por lo que estuvo en planta entre el día 9 hasta el 14 que fue cuando la pasaron a la UCI”.

Con la angustia de la incertidumbre al observar que el bebé no mejoraba, los progenitores tuvieron que aguantar hasta cinco días para conocer los resultados de un estudio que les confirmara el diagnóstico. En esas duras jornadas aprendieron a medir la saturación del oxígeno de su bebé. “La sensación que nos deja el trato de las enfermeras de la planta es de abandono. Como los padres eran primerizos consideraban que exageraban”, señalan los familiares. Cuando el miércoles obtuvieron los resultados, los especialistas mostraron su preocupación porque se podían confundir los síntomas de la bronquiolitis con los de la tosferina. Ese miércoles por la tarde, la niña empeoró y la bajaron a la UCI. “A partir de ese momento todo cambió. El equipo que los atendió fue excelente. Lo intentaron todo y no se separaron de la niña. Los padres les están muy agradecidos, sobre todo al jefe de Pediatría”, insisten las fuentes consultadas. Ante el desconsuelo de haber perdido lo más grande de sus vidas y tras el calvario sufrido, los afectados piden que se cambie el protocolo para que no les pase lo mismo a otras familias.

La delegada de Salud, Teresa Vega, afirmó que la niña entró por Urgencias porque tenía síntomas de bronquiolitis. “Estuvo una semana en planta hasta que pasó a la UCI”, indicó, y apuntó que hay muy pocos casos en los que la tosferina, en los primeros días de vida, puede ser altamente mortal. “Los síntomas son muy difusos”, dijo. Vega recordó que la madre sí se vacunó, pero la niña no pues no tenía los dos meses, que es cuando se pone por primera vez. “La inmunidad no se transfiere de la madre al bebé”, señaló. Mientras, la delegada del Gobierno, Ana Cobo, lamentó la “fatalidad” del suceso y aseguró que el SAS garantiza la vacunación.