Tres promesas de la gastronomía

El joven Alberto Buendía, estudiante del IES El Valle, fue el ganador del III Concurso Andaluz de Jóvenes Cocineros organizado por Fecoan (Federación Andaluza de Cofradías Vínicas y Gastronómicas) por un delicioso plato consistente, principalmente, en una crema de potaje. El estudiante de segundo del módulo de hostelería consideró el premio como una “recompensa” a los años que lleva dedicado al aprendizaje de la hostelería. De hecho, en la actualidad trabaja en la residencia de Josefa Segovia, aunque asegura que continuará con su formación. “Sigo aprendiendo porque la cocina nunca deja de evolucionar. Quiero disfrutar, innovar e investigar”, manifestó el ganador, para recordar un mensaje de su profesor: “Esto se trata de hacer disfrutar a los demás con tu trabajo”. En este sentido, expresó que el hecho de que la gente venga a degustar los platos que hace con “todo el cariño” es “muy gratificante”.

La plata fue para el arjonillero Pedro Antonio Carmona, estudiante del IES Doctor Francisco Marín, de Siles. El joven explicó que dio una vuelta al plato tradicional de los andrajos: “Hice un sofrito, le añadí huesos tostados de conejo y elaboré un fondo oscuro. Marqué el conejo, hice la torta y le eché el sésamo; cocí la alcachofa y la zanahoria; salteé el tomate y confité el ajo. “El estar aquí ya es un logro porque llevo cinco meses escasos en el curso. Estoy empezando a caminar como quien dice”, dijo.

Natural de Málaga y alumno del IES Virgen de Belén, de Huelva, Christian Barrientos quedó tercero. Su plato fue un caldo de pescado con una base de aceite de oliva virgen extra solidificada, tomate asado, un crujiente de patata , una zanahoria baby glaseada y unas migas de pan tradicionales con aceite de ajo. “El hecho de venir desde Huelva y representar mi tierra, Málaga, es un reto para mí. La experiencia ha sido preciosa y me voy muy contento”, aseguró.

Por su parte, el presidente de Fecoan, Pepe Oneto, subrayó que el concurso se tiene que celebrar en Jaén porque es la capital mundial del aceite de oliva. Oneto agradeció a la Diputación la labor de promoción del oro verde. Además, el crítico gastronómico destacó la necesidad de apostar por el certamen por dos motivos: “Primero, demuestra que el aceite debe de estar en la gastronomía sin complejo alguno. Y segundo, contribuimos a que la formación hotelera sea más potente pues nuestra principal fuente de riqueza es el turismo, y una pata fuerte de este es la hostelería-gastronomía”.

El presidente del jurado, Enrique Sánchez, hizo especial hincapié en el valor del uso del aceite de oliva virgen extra. “Cuando empecé en el mundo de la cocina veía que mis profesores utilizaban una pequeña botella de este aceite y yo les decía que por qué no lo usábamos más, que tenía que estar como la sal. Al final lo hemos ido consiguiendo”, manifestó el televisivo chef. Sin querer caer en las frases tópicas, Sánchez no tuvo más remedio que afirmar que la deliberación del plato ganador fue difícil. En este sentido, explicó que valoraron aspectos como el sabor, los colores y las texturas, pero también la ilusión, el entusiasmo y las ganas puestas en la creación de los platos —“Esto es complicado de medir”, apuntó—. Asimismo, desde el punto de vista crítico-constructivo, Enrique Sánchez recomendó a los jóvenes finalistas que, para sus próximos trabajos gastronómicos tuvieran en cuenta las temperaturas y las midieran. “Estaban los tres fríos”, confirmó el cocinero. No obstante, alabó las elaboraciones y se dirigió a los jóvenes: “Sentiros los tres ganadores”.

El diputado de Agricultura, Pedro Bruno, agradeció a Fecoan su labor en pro de la gastronomía de la tierra. Igualmente, destacó la riqueza de los productos alimentarios de la provincia jiennense y subrayó el trabajo de los centros educativos que forman en hostelería. “Generan riqueza y empleo”. La delegada de Educación, Yolanda Caballero, aseguró que luchan para que la FP apueste por la hostelería. “Queremos que los alumnos se queden en su tierra”, remató.