Tres años de cárcel por meter fuego a un monte protegido

La Audiencia entiende que no existe duda alguna sobre la autoría del procesado

18 abr 2019 / 12:50 H.

La Audiencia impone tres años de cárcel a Antonio M. A. un vecino de La Carolina, por un delito de incendio forestal. Los magistrados consideran que le prendió fuego de forma intencionada a un monte cercano a su pueblo. Las llamas afectaron a unas 16 hectáreas de un paraje natural protegido de gran valor ecológico. Se trata del castigo mínimo que recoge el Código Penal para este delito. Además de los tres años de prisión, el condenado tendrá que indemnizar con 3.100 euros a la Junta, por los gastos de extinción del incendio, y con más de 2.000 euros a los dueños de otras parcelas que sufrieron daños como consecuencia del incendio.

Antonio M. A. se sentó en el banquillo de los acusados el pasado 1 de abril. El hombre negó los cargos: “Yo no quemé nada. Fui a orinar y ya estaba el fuego cuando llegué. Intenté apagarlo, pero no pude y me fui”, relató a los magistrados. Los hechos ocurrieron el 6 de julio de 2016, en pleno verano y con casi cuarenta grados de temperatura. Sobre las tres de la tarde, los vecinos detectaron una gran humareda que procedía del paraje denominado “Cerro de la Cruz”. Está a escasamente un kilómetro del casco urbano carolinense. Los retenes tuvieron que emplearse a fondo para sofocar el fuego.

La sentencia considera probado que fue Antonio M. A. el que provocó el incendio al prender con un mechero un pasto seco existente junto a la carretera. Las llamas se propagaron con rapidez. El ya condenado reconoció que viajaba en la parte trasera de un vehículo, en el que iban otras tres personas. La Sala no tiene duda alguna de que fue este vecino de La Carolina el que provocó el fuego. La prueba fundamental fue el testimonio de un vecino, que declaró como testigo protegido. El hombre explicó que iba detrás de un coche en el que viajaban varias personas y que, en un momento dado, el automóvil se detuvo. Aclaró que una persona, que viajaba en el asiento trasero de ese vehículo, abrió la puerta y, sin bajarse del todo, prendió fuego al pasto del arcén. Este testigo se quedó con la matrícula y, nada más llegar a La Carolina, denunció lo sucedido ante la Guardia Civil. No pudo identificar al acusado porque no lo vio, pero sí reiteró que la persona que quemó el monte iba sentada en el asiento trasero, detrás del copiloto. El propio acusado admitió que viajaba en la parte trasera del vehículo. Así que los magistrados llegan a la conclusión de que Antonio M. A. fue el pirómano que le metió fuego al monte. La sentencia todavía no es firme y puede recurrirse ante el TSJA.

Detenido y encarcelado de forma preventiva

La Audiencia de Jaén citó a juicio a Antonio M. A. a mediados de febrero. El hombre no compareció, así que el tribunal ordenó su busca y captura. Fue detenido días después y encarcelado de forma preventiva para asegurar su presencia en la sala de vistas. Llegó a la sala esposado y fue puesto en libertad tres días después del juicio.