Todo listo para el viacrucis hasta la ermita del Calvario

La cita se celebrará mañana, a las 18:00 horas, desde el número uno de la Avenida de las Cruces

21 mar 2019 / 10:19 H.

Las inmediaciones del cementerio de San Eufrasio, donde los franciscanos levantaron la ermita del Calvario, fueron el lugar elegido por la antigua orden III de San Francisco de Asís para la celebración de un viacrucis que discurría por un camino jalonado de grandes cruces de piedra, una por cada una de las estaciones en las que se medita sobre los pasos de Jesús en su camino al Calvario, que dieron nombre a la vía. Pero una vez que desapareció la orden, a principios de siglo, lo hizo también esta cita, que tradicionalmente se celebraba en Cuaresma. Con el objetivo de recuperar las tradiciones, un grupo de amigos de la feligresía de San Roque se decidieron, hace cuatro años, a retomarlo. “El primero fue todo un éxito y se dieron cita más de un centenar de personas, y los dos últimos, aunque las precipitaciones no nos dejaron hacerlo fuera, se celebró en el interior del templo, entre silencio y recogimiento”, explica desde la Asociación Amigos de la Ermita del Calvario José Cañada. Y esperan una acogida similar para el previsto para mañana, a las 18:00 horas, que partirá desde el número 1 de la Avenida de las Cruces, donde todavía se encuentran algunos de estos hitos, y llegará hasta la ermita. Para participar, tan solo será necesario que los que quieran hacerlo lleven su propia vela. De nuevo será el párroco de Belén y San Roque, Juan Herrera, el encargado de leer las estaciones. El cortejo lo abrirá una cruz escoltada por dos faroles, que precederán a la procesión de fieles.

El viacrucis es una de las citas más destacadas de las que organiza el colectivo a lo largo del año, pero también cuentan con otras muchas, como la celebración de misas una vez al mes, para que la ermita del Calvario sirva de punto de encuentro, o la conmemoración de fechas especiales en las que abre sus puertas, como fue el caso del Día de Todos los Santos o con motivo de la celebración del mes de María. “Sobre todo acude mucha gente mayor a visitar estos restos, que recuerda cómo estaba y a la que le da mucha alegría el hecho de ver las instalaciones limpias y cuidadas. Y en el caso de los que no sabían nada de esta ermita, se quedan muy sorprendidos una vez que entran y contemplan su interior, y de hecho son muchos los que, cuando pueden, vuelven de nuevo”, afirma Cañada. Un monumento desconocido para muchos, que toma vida otra vez.