“Tenemos derecho a saber qué le pasó a nuestro hijo”

La madre de Javier Joyanes asegura que no pierde la esperanza

16 mar 2017 / 12:08 H.

Otro jarro de agua fría. Los padres de Javier Joyanes, el joven jiennense que murió al regresar de la boda de unos amigos en el municipio granadino de La Calahorra, no salen de su asombro. Están perplejos después de conocer el nuevo carpetazo judicial. El Juzgado de Instrucción número 2 de Guadix archiva la investigación que ordenó reabrir la Audiencia de Granada en octubre del año pasado. Maximiliano Joyanes y Maribel Castilla pusieron en manos de la Justicia un mensaje telefónico en el que tenían depositadas grandes esperanzas. Sin embargo, no tendrán más remedio que continuar con una lucha que suma ya casi nueve años de sus vidas: “Tenemos derecho a saber la verdad”.

La que habla es la madre del fallecido: “El problema es que cierran otra vez el caso sin haber investigado, porque me temo que lo único que han hecho es interrogar a un señor y confiar en su palabra, pero sin haber indagado, realmente, en el fondo de aquel mensaje que yo recibí”. Agrega: “Nos sentimos impotentes y nos da la impresión de que luchamos contra una pared”.

Maribel Castilla explica que la reapertura del caso, hace ahora cinco meses, supuso una fuerte inyección de ánimo para toda la familia. “No entiendo por qué nos dieron esperanzas y, a la primera de cambio, nos dan este palo tan grande”, subraya. Sin embargo, asegura que todavía le quedan fuerzas para continuar: “Yo nunca descarto que haya alguien que vio lo que le pasó a mi hijo y que todavía le quede un poco de conciencia”. Solo con el testimonio de una persona que pueda aportar la más mínima pista de lo que pasó después de aquella boda, celebrada el 6 de septiembre de 2008, será suficiente para aclarar la extraña muerte. La Guardia Civil, en las primeras diligencias, determinó que se trató de un accidente de carretera. Sin embargo, la familia mantiene que fue un crimen pendiente de resolver.

mensaje telefónico. Maribel Joyanes puso en conocimiento de la Comisaría de Jaén un mensaje que recibió en su teléfono móvil en el que alguien, desde un número de teléfono desconocido, le escribía: “A vuestro hijo lo mataron. Yo lo vi”. Los padres de Javier Joyanes llegaron a contactar con la persona que supuestamente lo había enviado. En primera instancia, les dijo que estaba dispuesto a declarar donde hiciese falta. Fue, para ellos, como ver el camino abierto. Luego se echó atrás. Fue justo cuando los investigadores policiales lo identificaron.

La familia pidió al juzgado de Guadix que lleva la causa que tomase declaración a esta persona. Finalmente, tuvieron que recurrir a la Audiencia de Granada, que ordenó la reapertura del caso para tomar declaración al supuesto testigo. No obstante, desestimó de nuevo otras pruebas que reclamaban los padres desde hace tiempo, como una segunda autopsia, algo que mantuvieron cuando este periódico contactó con ellos en el octavo aniversario del fallecimiento de su hijo. Sin embargo, el juez encargado del caso, después de tomar declaración al supuesto autor del mensaje telefónico, archivó de nuevo la causa penal. La familia entiende que los investigadores tendrían que haber llegado más allá de un interrogatorio. Están convencidos de que detrás de aquellas escuetas palabras se esconde la resolución de la muerte de Javier Joyanes. En sus mentes siempre está la idea de que a su hijo lo mataron y, después, lo arrojaron por una rambla de aquella fatídica carretera granadina.

Llamamiento al secretario de Estado para que ayude a continuar su lucha

Fue el 12 de mayo de 2014 cuando el entonces alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, acompañado de concejales de su equipo de Gobierno y de la oposición, estuvo con los padres de Javier Joyanes en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en Granada. Entregó en el Registro una declaración institucional, aprobada por el pleno del Ayuntamiento dos meses antes, con la que los jiennenses pedían que se hiciera justicia. El acto estuvo repleto de simbolismo. Todos los grupos con representación municipal estuvieron presentes en una convocatoria en la que se desplegó una pancarta en la que se podía leer el lema que proclama esta familia desde hace casi nueve años: “Justicia para Javi”. La madre del joven, Maribel Castilla, hace un llamamiento a José Enrique Fernández de Moya para que, desde el puesto que ocupa en el Ministerio de Hacienda, haga lo que esté en su mano para aclarar qué ocurrió aquella madrugada del 6 al 7 de septiembre de 2008. “Los políticos están para ayudar a los ciudadanos y creo que él, que pidió lo mismo que nosotros pedimos, puede ayudarnos mucho”, afirma. Hay un informe del prestigioso forense Luis Frontela que describe que las heridas que presentaba el cadáver eran compatibles con un atropello.