“Superpepe”, el caminante incansable

José Ordóñez, con 90 años, participa todas los meses en rutas de senderismo por las sierras de Andalucía

22 feb 2019 / 12:29 H.

Se llama José Ordóñez, pero muchos de sus compañeros del Club Deportivo Vadilleros de Jaén lo conocen como “Superpepe”. Y es que este antiguo ferroviario de la capital, que acaba de cumplir 90 años, parece tener poderes especiales que le conceden el elixir de la eterna juventud. Participa todos los meses en rutas de senderismo por las sierras de Andalucía. Es un caminante incansable, capaz de recorrer distancias que superan los 25 kilómetros y que no son nada fáciles y, menos aún, a su edad. Hace dos fines de semana, tomó parte en una travesía entre Bruñel Alto y Cazorla, con parada en el Monasterio de Montesión. Esta misma temporada, ya ha pasado por el Borosa o Las Aldeas Perdidas, donde llovió, granizó y nevó, y ya se ha apuntado para una ruta en Siles, el 3 de marzo, y otra más el 17 en los Baños de Popea, en Córdoba. “Esta actividad me da vida, me encuentro muy bien”, asegura José Ordóñez, que ayer recogió orgulloso su carné de la Federación Andaluza de Montañismo, junto al presidente de su club, Jesús Palacios: “Es una persona que demuestra a diario que querer es poder y que los límites nos los marcamos nosotros”, explica el máximo representante de la entidad deportiva.

Para entrenarse, “Superpepe” sube casi todos los días al Castillo de Santa Catalina, recorre las Sierras de la Mella o sube por las estribaciones de Jabalcuz. “El deporte siempre me ha gustado. Yo antes corría, pero cuando me jubilé, me enteré de que había una asociación que se dedicaba a andar por las sierras. Me apunté junto con otro amigo mí que también era ferroviario y hasta hoy”, explica este nonagenario, que tiene siete nietos y cinco biznietos.

El equipamiento para andar que lleva José Ordóñez contrasta con el material que utilizan muchos de sus compañeros de marcha. Normalmente, va ataviado con una camisa, un chaquetón, una pequeña mochila, un gorro de lana para los días que hace mucho frío y una vara de madera que le hace las veces de bastón. “Es impresionante la capacidad que tiene para andar a su edad”, explica Jesús Palacios. Y añade: “Ojo, lo primero que pide Pepe en cuanto se acaba la ruta es tomarse una cerveza con los compañeros”. Más allá del deporte, el espíritu de “Superpepe” es una actitud ante la vida: “Me encuentro muy bien. Soy muy feliz. Mientras pueda salir a andar, lo haré porque me viene bien para todo, para el cuerpo y para la mente”, concluye “Superpepe”, el caminante incansable de Jaén.