Su sonrisa y sencillez permanecen aquí

Obituario a Miguel Espejo Fernández, de Tocón (Granada)

06 jun 2021 / 10:25 H.
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Miguel se ha ido en las vísperas del Corpus, de ese Corpus que en Granada tiene olor, sabor y latido especial. Y en Tocón, ese viejo pueblo con tanta historia fronteriza con Jaén, la tierra de tres de sus nietos. Se ha ido dejando una estela de bonhomía, de honradez y buen hacer. Allí empezó a irse rodeado de los suyos, el primero en viajar hacia la luz y la vida. Miguel se fue como vivió, en silencio y con la sonrisa dibujada en el rostro. Allí, junto a Cipriana, su esposa y su vida entera, junto a sus hijos, Juan, Antonio y Miguel Ángel. En ellos y en sus 7 nietos y nietas queda la memoria de lo vivido, que es más profunda que los recuerdos, pues estos son difusos y están marcados por el barro.

Queda la memoria de Miguel, su querencia a la tierra y a la cepa de su familia, su inseparable esposa, sus hijos y sus nietos. A todos ellos les deja la mejor herencia y lección: una vida vivida en honradez, trabajo y responsabilidad. Compartí con él y con su esposa y su hijo Juan unas inolvidables jornadas en Roma. Nunca vi unos ojos de niño, ojos grandes y lacrimosos, alojados con tanta fuerza en el rostro de alguien como los que vi en el suyo, amarrado a la mano de su esposa, dejándose llevar, como los que vi en los suyos esperando en la plaza de San Pedro la llegada del Papa. Fueron los mismos que vi en la calle Preciados de Madrid hace unos años y media hora antes de que el reloj de la Puerta del Sol diera las 12
y dejarán atrás un año malo, rematadamente malo. Pero para alguien como él, aquel momento no era un adiós rencoroso sino una promesa de esperanza. Solo una mirada llena de esperanza como la suya es capaz de remontar las horas y los años y llegar, como ha sido su caso, a tocar con los dedos la centuria, esa centuria que no fue fácil pero que el vivió desde la trama de la sencillez y la urdimbre de la honradez.

Miguel, tu amigo el cura de Jaén, también amigo de tu hijo Juan y de tu nieto Juan Miguel, te envía un abrazo desde estas líneas y te renueva la cita en el amor.

*Por Juan Rubio

Jaén