Ser diabético y no poder trabajar

Desde la asociación denuncian que “excluyen laboralmente” a los afectados

06 ago 2017 / 11:18 H.

La Policía Nacional o La Guardia Civil, entre otros, en sus cláusulas de exclusión, una de las enfermedades que ponen es la diabetes, y da mucho coraje”. Son palabras de Celia Quirós, presidenta de la Asociación de Diabéticos de Jaén, que denuncia la situación que sufren las personas que sufren esta afección. “Excluyen a un sector de la población de una profesión cuando ni siquiera están reconocidos como minusvalía, pues solo los que han sufrido amputación reciben dicho reconocimiento, que serían muy pocos”.

Quirós relata uno de los casos que ha vivido más de cerca, uno de los miembros del colectivo, que era Guardia Civil, en una prueba médica le detectaron la diabetes y “lo echaron”. “Ni siquiera le dieron la oportunidad de probar en otro puesto, como administrativo, por ejemplo”, declara, indignada.

La presidenta sugiere cambiar la ley y que “se exija” al diabético un buen control, basado en unos parámetros que si se mantienen “esa persona se cuida tanto como cualquier otra, y que no sufrirá una bajada de azúcar”, afirma Quirós. Asimismo defiende la labor de sus miembros en el cuidado de su bienestar físico, tanto de forma voluntaria como por peticiones externas. “Es una persona más cuidadosa, que presta especial atención a su salud y se hace controles más a menudo, por lo que está más vigilada que otra”, declara, y añade: “No importa el puesto que desempeñe, si tiene una glicosilada buena, no sé dónde está el problema”.

La defensa para no realizar estas profesiones es que son “de riesgo”. “Si hay un incendio, un Bombero diabético puede sufrir una hipoglucemia y no rinde igual; o un Funcionario de Prisiones, al tener que hacer turnos de varias horas, sería un inconveniente con su estado de salud, o eso es lo que dicen”, comenta Quirós.

“Un diabético bien controlado, con sus cinco comidas diarias, sus pinchazos, sus pruebas... está igual que otra persona, su organismo no para de segregar insulina”, recuerda la presidenta, que muestra su descontento con las dificultades para lograr un puesto de trabajo para los diabéticos. “De un plumazo le eximen de realizar ese empleo, mientras que otra persona con problema psíquico o físico tiene sus puestos reservados, una plaza apartada para ellos, mientras que un diabético, no”.

Quirós cuenta cómo tienen a un miembro de la asociación, cuyo sueño era ser Guardia Civil, en las pruebas médicas “la echaron para atrás”. “Entonces, ¿los diabéticos no tienen derecho a trabajar? Solo ponen barreras continuamente”. Se han realizado peticiones tanto en el Congreso como en el Parlamento andaluz, pero “aquí nadie se moja”, se lamente Quirós.