Se “pierde” un testigo clave en el caso del desaparecido

La Policía trata de localizar a un ciudadano colombiano para tomarle declaración

17 ene 2019 / 12:00 H.

Desde el pasado 14 de octubre, nada se sabe de Miguel Ángel López Restrepo, un ciudadano de origen colombiano. El hombre, de 32 años, acudió a la Feria de San Lucas y no regresó. Su teléfono dejó de dar señal y no se han detectado movimientos en sus cuentas bancarias. En principio, las personas con las que compartía piso en el barrio de Peñamefécit pensaron que se había marchado a casa de algún familiar. Fue su exmujer y madre de sus hijos quien lo echó de menos y, tras contactar con la madre de Miguel Ángel, que reside en Colombia, acudió a la Comisaría. La denuncia se presentó casi un mes después. Desde entonces, la Policía Nacional investiga una desaparición que se califica como “inquietante”. Dirigidos por el Juzgado de Instrucción número 4 de Jaén, los agentes de la UDEV han realizado numerosas gestiones para tratar de dar el paradero de este ciudadano colombiano. Han interrogado a todos los parientes, a los compañeros de piso, a amigos cercanos y a conocidos.

Sin embargo, hay un testigo, que puede ser clave en el caso, que también se encuentra “perdido”. Los agentes no logran dar con él para interrogarlo. También se trata de un ciudadano colombiano, residente en la capital y que pertenecía al entorno de Miguel Ángel López Restrepo: “Sabemos que se conocían, que habían estado juntos en las semanas previas a la desaparición”, dicen las fuentes consultadas. En un primer momento, los policías lograron hablar con él. En un conversación verbal, dijo no saber nada de su amigo. Días después, cuando los agentes quisieron tomarle declaración formalmente y por escrito, se encontraron con que ya no les cogía el teléfono. Tampoco lo hallaron en su domicilio habitual. Se ha “esfumado”. Oficialmente, no está desaparecido, porque nadie ha presentado denuncia. Los investigadores piensan que los está esquivando: “Es una persona a la que no le gusta la Policía”, señalan las mismas fuentes. No obstante, tampoco se descartan otras hipótesis. “Se trata de una línea de investigación más de las varias que tenemos abiertas en el caso de Miguel Ángel”, añaden.

Ese testigo al que buscan los agentes se vio involucrado en un feo asunto a finales del pasado verano. En la madrugada del 23 de septiembre, fue localizado por una patrulla de la Policía Local deambulando por las calles de la capital, con la cabeza llena de sangre y con un bate de béisbol en la mano. Tuvo que ser hospitalizado. Los médicos detectaron que sufría una fractura de muñeca. Tuvo que ser operado. Todavía en el centro sanitario, los investigadores de la Comisaría lo interrogaron para tratar de aclarar luz a este extraño suceso. El hombre, de nacionalidad colombiana y de 29 años, se mostró muy reacio a colaborar. En principio, negó haber sufrido una agresión. Posteriormente, dijo que tenía mucho miedo a lo que pudieran hacerle a él o a su familia. Finalmente, y tras mucho insistir, contó a los agentes que dos hombres lo habían agredido en el barrio de La Magdalena con el bate de béisbol y que había logrado escapar de sus atacantes, arrebatándoles el arma. Los presuntos autores del ataque, dos conocidos delincuentes, fueron arrestados quince días después de esos hechos.

La Policía trata de esclarecer si ese suceso puede tener alguna relación con la inquietante desaparición del colombiano Miguel Ángel López Restrepo: “No lo sabemos, es lo que tratamos de averiguar”, responde uno de los investigadores. Falta la pieza clave del testigo “perdido”.