Residuos peligrosos sin control

La Policía localiza dos camiones que servían para almacenar restos tóxicos

29 mar 2017 / 11:29 H.

Uno de los camiones estaba cargando unas 1.500 baterías desgastadas. En la cisterna del otro se guardaban más de 8.000 litros de aceite de motor usado. Residuos altamente tóxicos y peligrosos, ya que conllevan un alto riesgo de contaminación medioambiental y también de emergencia para la población. Los dos vehículos han sido localizados por la Policía en un aparcamiento municipal de Torredelcampo, muy cerca de varios edificios residenciales. Según los investigadores, los dos camiones de gran tonelaje se utilizaban como almacén “itinerante y clandestino” de los restos industriales. La empresa que los trataba lo hacía “sin licencia” y sin control alguno, infringiendo varios preceptos de la normativa vigente.

Por ello, los agentes, pertenecientes a la Unidad Adscrita a la Junta, han levantado las denuncias por varias infracciones muy graves, que pueden conllevar sanciones de hasta 1,2 millones de euros para la empresa que “gestiona” esos residuos. Los hechos también han sido notificados a la Fiscalía Especial de Medio Ambiente por si fueran constitutivos de delito.

En este caso, ya llueve sobre mojado. Y es que esta intervención de la Policía se deriva de otra realizada en diciembre de 2014. Entonces, los mismos agentes del Área de Medio Ambiente localizaron en el mismo municipio de Torredelcampo una nave industrial en la que se almacenaban y se explotaban aceites de motor, baterías y otros componentes de los vehículos que se desguazan. La empresa propietaria carecía de autorización, por lo que las instalaciones fueron precintadas. Este caso está pendiente de resolución.

A pesar de esa primera intervención, la Policía detectó que la empresa seguía “trabajando”. Se procedió a establecer un dispositivo de vigilancia y seguimiento “ante posibles nuevas irregularidades”. Los agentes no tardaron en percatarse de que la empresa utilizaba el aparcamiento municipal como “lugar de almacenaje de los residuos tóxicos y peligrosos”. En concreto, guardaban los restos en camiones. Solo cuando completaban una carga lo suficientemente importante para que fuera rentable desplazarlos, llevaban los vehículos hasta el punto final de reciclado. La investigación policial ha determinado que la sociedad investigada estaba almacenando, gestionando y explotando este tipo de residuos sin autorización administrativa para hacerlo, ni un lugar habilitado para su almacenamiento.