¿Quién se aprieta el cinturón?

“OCO” avisa de que la subida del IBI será mayor tras la regularización catastral

    23 abr 2016 / 10:31 H.

    No queda más remedio que una subida de impuestos”, esgrime el concejal de Hacienda, Manuel Bonilla. El próximo miércoles, el pleno del Ayuntamiento abordará la enésima vuelta de tuerca que el equipo de Gobierno local pretende darle a un plan de ajuste que resulta de los “balones de oxígeno” que el Ministerio de Hacienda ha aprobado para las entidades locales con serias dificultades, como el de Jaén. Todo apunta —como aventuró el socialista Manuel Fernández Palomino— a que, incluso con la negativa de los concejales de la oposición, la medida saldrá adelante por la mayoría absoluta de la que el PP se dotó en la junta de gobierno local. Pero ¿quiénes pagan “la sensibilidad” del Ejecutivo central?

    Esta es la pregunta que Fernández Palomino lanzó poco antes de reunirse con su grupo municipal. Y, aunque no estaba presente, la presidenta de la Federación de Vecinos Objetivos Comunes (OCO), María Cantos, lo tiene tan claro como el socialista: los habitantes de esta ciudad. “Somos los últimos en tasas de empleo y en ayudas y que tengamos estos porcentajes de impuestos es excesivo”. Para devolver los 28 millones de euros que el Ayuntamiento solicitó, en septiembre del año pasado al Gobierno, para poder pagar a proveedores y sentencias judiciales firmes, la propuesta municipal pasa por una nueva subida del IBI del 4%, que añadida a las de los últimos 4 años, eleva el porcentaje en el 24%, y otra del Impuesto de Vehículos, hasta situarlo en el 19%. Y denuncia Cantos: “No se tiene en consideración la realidad social de la ciudad. Hay mucha gente en una situación crítica y lo vemos en las asociaciones”.

    La dirigente vecinal habla de jiennenses con dificultades para pagar las cuotas de socios, para hacer frente a los costes de las academias de sus hijos. “¡Y, encima, les suben el impuesto sobre algo básico, que es la vivienda, la base de una familia”, reprueba. Recalca el “incremento total del 24%” que ha experimentado el IBI, pero advierte: “A efectos prácticos, esta subida será mucho mayor para todos aquellos vecinos que han sufrido una actualización en el valor de sus viviendas durante los últimos meses por la aplicación del llamado ‘catastrazo”. Alude a la regularización de los datos catastrales que el Ministerio de Hacienda llevó a cabo en el último trimestre de 2015 para atajar fraudes.

    Pero si hay algo ante lo que la indignación se desborda es el destino de esta subida impositiva. “Su único fin es el de pago de deuda”, critica Cantos, que aboga por un plan de ajuste que “fije un plazo” para conseguir un “déficit municipal asumible y que permita a este ayuntamiento ofrecer los servicios que por Ley le son competentes”.

    Su postura no dista de la que el portavoz municipal del PSOE expresó ayer. “Los impuestos sirven para pagar servicios y construir ciudad. Dar soluciones. Si recibiéramos eso, no importaría, aunque entraríamos en el debate de que aquellos que más tienen paguen más, pero, cuando no recibes nada de tu Ayuntamiento, no puede ser que venga una subida de impuestos. Porque no hay nada que lo justifique. Lo único que viene es el pago de una cebolla y quienes pagan son los ciudadanos”.

    Un Ayuntamiento, en la encrucijada

    Es una medida impopular y contraria a los habituales principios programáticos del PP, pero, tal y como lo plantea el edil de Hacienda, es un mal menor para evitar el colapso de un Ayuntamiento en el que, cada mes, es un problema encontrar el dinero necesario para pagar nóminas y mantenerlo funcionando. En un comunicado, tras la Comisión de Hacienda, Manuel Bonilla reconoció: “De no devolver [el crédito de 28 millones de euros] antes del 30 de abril, la normativa dice que habría que devolver ese dinero con cargo a la PIE de forma inmediata a partir de julio de este año, lo que significa que perderíamos una liquidez de un millón y medio de euros durante aproximadamente dos años”. La modificación del plan de ajuste se traducirá en un ahorro de 2,8 millones.