Querella de la Fiscalía contra FCC por las filtraciones del vertedero

La situación del vertedero municipal de Jaén ya está en manos de la Justicia. La Fiscalía acaba de presentar una querella contra la empresa FCC, la multinacional que gestiona estas instalaciones, por la presunta comisión de un delito contra el medio ambiente. El Ministerio Público ha pedido que se llame a declarar en calidad de investigado al representante legal de esta sociedad para que dé las explicaciones oportunas sobre los continuos episodios de contaminación de las aguas producidos por las filtraciones del basurero municipal. La querella ha sido enviada al Juzgado Decano para su reparto a un juzgado de Instrucción.

El Ministerio Público va muy en serio con este asunto. De hecho, la investigación que ha desembocado en la denuncia ha sido dirigida por la Fiscalía especializada en delitos medioambientales y realizada por un equipo de agentes especializados. Su informe, de 57 páginas, es demoledor. Explica que las filtraciones de lixiviados han originado “una grave afectación de las aguas subterráneas” de la zona. En este punto, recuerda que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir emitió, en abril de 2014, un informe en el que se reflejaba el hallazgo de “sustancias peligrosas para la salud” en pozos cercanos al vertedero. Se encontraron trazas de mercurio, cianuro, arsénico, cobre, cromo, níquel y plomo.

Lejos de mejorar, la situación ha empeorado, según el informe redactado por el Ministerio Público. En noviembre de 2015, el fiscal encargó al Seprona un estudio de los sondeos de agua de las inmediaciones del basurero. Los agentes recogieron muestras en nueve zonas. Y las analíticas pusieron al descubierto “el significativo crecimiento de todos los parámetros contaminantes”. En la querella de la “Fiscalía Verde”, se resaltan especialmente los hallazgos de “amoniaco, cloruros, coliformes fecales y metales pesados”.

Una vez analizada la situación, la querella enumera las causas que han podido llevar a que contaminar acuíferos, pozos, arroyos y aguas subterráneas. Y es aquí donde el Ministerio Público apunta directamente a la empresa FCC y a su gestión del vertedero municipal. Aclara que la clausura y el sellado de los vasos 1 y 2 del vertedero no se llevaron a cabo de la forma “adecuada”. Hay que recordar que el vaso 3, el único que actualmente se encuentra en funcionamiento, está casi colmatado.

Otra de las causas que resalta el fiscal sobre el origen de las filtraciones de lixiviados son las “incidencias” de la red de drenaje del vertedero. Y, además, también señala la inexistencia de un tratamiento previo de los residuos orgánicos, que se acumulan sin el control adecuado, siempre según la Fiscalía.

La interposición de esta querella por parte del Ministerio Público cambia el panorama en un problema, el de la contaminación, que no es nuevo. De hecho, los primeros vertidos se detectaron hace más de un lustro. Desde entonces, la Junta de Andalucía —que tiene las competencias administrativas en materia medioambiental— ha abierto varios expedientes sancionadores a FCC: “Son bastantes y acumula multas por valor de 1,5 millones de euros por faltas leves, graves y muy graves”, explicó el actual delegado territorial, Juan Eugenio Ortega, en un comunicado emitido el pasado 19 de abril. No obstante, y a pesar de que ha advertido en varias ocasiones de la posibilidad de clausurar el vertedero, la Administración autonómica no ha dado todavía el paso.

¿Qué puede pasar a partir de ahora? La querella de la Fiscalía llegará en los próximos días a uno de los cuatro juzgados de Instrucción. Será el magistrado al que le corresponda el caso el que tenga que decidir si la admite a trámite y abre una investigación o si, por el contrario, la archiva al no ver indicios de delito ecológico. Lo más probable es que el juez acceda a llamar como investigado al representante legal de la empresa FCC para que dé su versión de los hechos en un proceso que no ha hecho nada más que empezar.