Puente Tablas: más de ocho horas sin electricidad “ni aviso”

En la memoria de los habitantes del Puente Tablas, el 24 de diciembre del año 2000 tiene visos de pesadilla. Un corte de luz que se prolongó desde las diez de la mañana hasta las diez y media de la noche les arruinó a muchos de ellos la alegría de la Nochebuena. Era la gota que colmaba un vaso que se había llenado a base de años sufriendo fallos en el suministro eléctrico y la indignación que vivieron aquel día fue tal, que recogieron firmas, incluso, y se dirigieron hasta al Ministerio de Industria, a la Inspección de Consumo y a la propia Sevillana Endesa para que les diera una solución. Consiguieron su propósito, pero los cortes de luz han retornado al barrio en las últimas semanas —aseguró a este periódico la entonces presidenta de la Asociación de Vecinos Puente Ibérico, Maribel Sánchez— y un “apagón” de más de ocho horas, ayer, les hizo temer lo peor.

A las diez de la mañana, se interrumpió el suministro. De repente. “Sin avisar”, afirmó Sánchez, que apuntó a la indefensión en la que se encuentran los vecinos e indicó que esta situación comenzó “hará un mes” con la salvedad de que, en ocasiones anteriores, los cortes “habían sido de una hora y media”. “Este es el barrio de los cortes de luz”, sentenció, indignada. Pero el de ayer superó con creces a los anteriores, y comentaba Sánchez: “Estamos deseando que den la luz, porque el que tiene butano, hoy, ha podido cocinar, pero el que tiene vitrocerámica, no”. Su calle fue una raya en el agua del Puente Tablas y a las doce y media recuperó la corriente. “¡Pero es la única! —sostuvo—. El resto de las viviendas no tienen”. Y añadió, llevada por el enojo: “¡Somos 500 familias sin luz que pagamos la contribución como si viviéramos en el Paseo de la Estación!”.

Maribel Sánchez también se mostró preocupada por las consecuencias sobre los electrodomésticos. Al margen de las interrupciones en el suministro que se repiten en el último mes, según esta vecina, hay cortes que duran apenas unos segundos o unas centésimas de segundo que —dice, angustiada—: “Nos van a hacer polvo los electrodomésticos”. La mujer mencionó las dificultades para contactar con Endesa y, respecto al Ayuntamiento, expuso: “En la calle Huelva, hay una alcantarilla hundida. Hará uno o dos meses, bajaron a poner unas vallas amarillas. Eso ya es un monumento del barrio. Nadie ha venido a arreglarla, ni a quitarla, así que fíjate el caso que nos hace el Ayuntamiento. ¡Estamos dejados de la mano de Dios!”.

Pasaban unos minutos de las seis y media de la tarde cuando la luz volvió al Puente Tablas. Lo confirmó la propia Sánchez. Fuentes de Endesa aseguraron a este periódico que se trató de un corte programado (un descargo, como lo llaman) para hacer obras de mejora en una instalación. De ahí que fuera necesario interrumpir el suministro. No obstante, subrayaron que de estas situaciones siempre hay aviso. Al menos, en prensa.