Profesores y padres recelan del cambio ante las reválidas

Consideran que no es suficiente para garantizar una educación de calidad

30 oct 2016 / 10:26 H.

Fueron uno de los principales motivos por los que gran parte de la comunidad educativa española salió, el pasado miércoles, a las calles. Y es que las reválidas que propone la Lomce (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) son de los elementos más polémicos de la norma del exministro de Educación José Ignacio Wert. Sin embargo, tras las recientes manifestaciones fue el mismo presidente, Mariano Rajoy, quien se comprometió, durante su intervención en el debate de investidura, a dejar “sin efecto académico” las pruebas. Una decisión que, si bien, “a priori”, puede abrir cierta esperanza en los colectivos detractores de la Lomce, estos no acaban de ver en ella una solución a lo que consideran un atentado al sistema educativo.

Por una parte, los trabajadores de la enseñanza recelan de que esta postura del PP suponga el anhelado cambio que exigen: “Es una operación de maquillaje porque, en verdad, no ha dicho nada nuevo. Ya en el Real Decreto de 31 de julio se recoge que en este curso las pruebas en cuarto de la ESO no tienen valor académico y en segundo solo computan para acceder a la Universidad, pero no para el título de Bachillerato”, recuerda el representante de enseñanza de la CGT, Manuel López. Asimismo indica que, ya empezado el curso, el alumnado no sabe a qué atenerse. “Y el ministro se permite decir, frívolamente, que no nos preocupemos, que disponen hasta finales de noviembre para regular las pruebas, ¡cuando en segundo de Bachillerato ya llevan un tercio del curso!”, exclama López, indignado, para cuestionar: “¿Qué valor se le da a la evaluación realizada por el profesorado? Nos relegan a un papel de meros preparadores de exámenes”.

En el colectivo de las familias, desde “Marea Verde”, la portavoz, Lola Aguayo, no considera que el Gobierno haya reculado. “El problema es que aún no hay nada que regule cómo van a ser las reválidas y, por lo tanto, ahora tienen libertad para dejar otro año sin selectividad. Está jugando a un despiste”, dice. Mientras, desde la federación de ampas Fampa Los Olivos, su presidente, Antonio Juanes, expresa que es “insuficiente” la decisión de transformar la reválidas de cuarto de la ESO como una prueba de diagnóstico sin efecto académico y la de segundo de Bachillerato, como de acceso a la Universidad. “Demandamos una nueva ley de educación por consenso, sin reválidas, tengan o no valor académico, y que respete la participación de las familias en los centros educativos, sin recortes y con suficientes plazas de comedor, becas y profesorado”, reivindica.

Por su parte, la delegada de Educación, Yolanda Caballero, se mostró optimista si, finalmente, las reválidas “dejan de estar fuera de nuestro mapa educativo”. Asimismo confirmó que continuamente les llegan quejas, por parte de los centros, sobre la aplicación de las reválidas. “Se ha tenido que responder a preguntas a las que, a veces, no teníamos respuestas preparadas”, manifestó.