Penas mínimas por intentar asfixiar a su ex con una bolsa

El procesado alcanza un acuerdo con la Fiscalía y es condenado a cuatro años y medio de cárcel

09 nov 2018 / 11:20 H.

Pedro L. M., un vecino de la capital de 59 años, aceptó una condena de cuatro años y medio de cárcel y 200 días de trabajos en beneficio de la comunidad por intentar acabar con la vida de su expareja. En concreto, se coló en su casa, la atacó y le puso una bolsa en la cabeza con la que intentó asfixiarla. Después, quiso tirarla por el balcón del domicilio: “Yo iré a la cárcel, pero tú vas al cementerio”, amenazó mientras la víctima trataba de defenderse. El hombre ingresó en prisión preventiva poco después de cometer los hechos. Ayer salió de la cárcel por unas horas para ratificar en la Audiencia Provincial el acuerdo que su abogado defensor había alcanzado con la Fiscalía. Pedro L. M. admitió su culpabilidad y se declaró autor de delitos de allanamiento de morada, amenazas, acoso y homicidio en grado de tentativa. Además de los cuatro años y medio de cárcel, el agresor no podrá acercarse a la víctima ni residir en la capital jiennense durante 23 años. El castigo se queda muy lejos de los 15 años de prisión solicitados inicialmente por la Fiscalía.

Los hechos que se consideran probados son estremecedores. El acusado, que ya contaba con antecedentes penales por delitos de malos tratos, entabló una relación sentimental con la mujer en 2012. Llegaron a convivir juntos en el piso de ella, ubicado en Las Protegidas. Pedro L. M. se mostró “muy controlador y celoso”. Por ello, la víctima decidió terminar con él en agosto de 2017. Desde entonces, el acusado trató de convencerla para volver a estar juntos.

Como no lo consiguió, como represalia, intentó acabar con su vida, según siempre la tesis del Ministerio Público. El 18 de noviembre de 2017, el agresor preparó y planeó matar a la mujer. Se presentó en el domicilio de su ex sobre las once de la mañana y llamó al timbre. Ella le abrió porque pensaba que era un familiar, que acudía a visitarla todos los sábados. Cuando se percató de que era su expareja, intentó cerrar. Sin embargo, Pedro L. M. dio un fuerte empujón y entró en la vivienda por la fuerza. Llevaba puestos en las manos unos guantes de color azul y portaba una bolsa de plástico grande. En el pasillo del piso, intentó ponérsela en la cabeza para asfixiarla. La mujer se resistió y cayó al suelo: “El procesado la cogió de una pierna, la arrastró y la llevó hasta la terraza del inmueble, donde intentó arrojarla a la calle desde un cuarto piso”, añade la sentencia, que se dictó ayer “in voce”. El hombre la empujó contra la barandilla del balcón y efectuó varias maniobras para tirarla. Fue en ese momento cuando amenazó con matarla: “Yo iré a la cárcel, pero tú iras al cementerio”, le dijo. Varias personas contemplaron la escena desde la calle. Un vecino, incluso, llegó a entrar en la vivienda, lo que hizo que Pedro L. M. se marchara.

Fue detenido minutos después por una patrulla de la Policía Nacional, que había sido avisada por varios residentes de la zona. Desde entonces, está en prisión preventiva. Inicialmente, el hombre siempre había negado haber atacado a su mujer y, mucho menos, intentar matarla. No obstante, terminó reconociendo los hechos. Se le imponen penas mínimas.

Además del delito de tentativa de homicidio, Pedro L. M. ha sido condenado por acoso. Después de que ella rompiera la relación, intentó convencerla para retomarla. Hubo centenares de llamadas y mensajes, con persecuciones por la calle y esperas en la puerta de la casa o de su trabajo a cualquier hora. En dos ocasiones concretas, Pedro L. M. amenazó a su expareja con matarla si no retomaba su relación. Una de ellas ocurrió en un pub; la otra, cuando la víctima se dirigía al médico.