Pena mínima para el patrón que explotó a siete camareras

Admite que no las dio de alta y que trabajaban doce horas diarias en un pub

12 dic 2018 / 08:44 H.

Siete camareras que trabajaban sin estar dadas de alta y que alargaban su jornada laboral durante casi doce horas. Su “patrón” fue condenado ayer a seis meses de cárcel y al pago de una multa de 540 euros. Es el castigo que recibió José Antonio O. V. por un delito contra los derechos de los trabajadores. Este jiennense, de 65 años, era el gerente de un pub ubicado en el Polígono de Los Olivares y en el que las chicas se pasaban horas y horas detrás de la barra sin contrato alguno. Fueron los inspectores de Trabajo y de Seguridad Social los que denunciaron al acusado tras girar varias visitas al establecimiento entre enero de 2013 y febrero de 2015. Ayer, el acusado admitió su responsabilidad en los hechos, después de que su defensa alcanzara un acuerdo de conformidad con la Fiscalía para reducir al mínimo el castigo por este delito.

La sentencia, dictada “in voce” en la Sección Segunda de la Audiencia, establece que José Antonio O. V. fue titular de una empresa con el mismo nombre, dedicada a la gestión de un local de ocio en la capital jiennense. El empresario dio ocupación a varias camareras de forma simultánea, aunque no les hizo contrato alguno. La resolución judicial aclara que su intención era “infringir la normativa” para beneficiarse de que trabajaran bajo cuerda. De hecho, dejó de pagar casi 47.000 euros en cuotas de la Seguridad Social.

Igualmente, las mujeres debían someterse al régimen laboral impuesto por el jefe, con jornadas laborales de casi doce horas. En concreto, trabajaban desde las tres de la tarde hasta las dos y media de la madrugada. “Les pagaba en metálico cuando finalizaba su jornada laboral”, añade la sentencia.

El 23 de enero de 2013, un subinspector de Empleo visitó el pub y encontró a tres mujeres que, al parecer, se encontraban trabajando como camareras sin haber sido dadas de alta en la Seguridad Social. El 28 de noviembre de 2014, el funcionario volvió a detectar esa misma situación con otras dos mujeres distintas. Y menos de tres meses después, el 13 de febrero de 2015, una nueva inspección puso al descubierto que tras la barra había dos mujeres sin contrato. Eso ya dio lugar a una denuncia por la vía penal, que desencadenó en el juicio, celebrado ayer en la Audiencia. Inicialmente, la Fiscalía solicitaba dos años de cárcel para José Antonio O. V., aunque, finalmente, el castigo se redujo a seis meses de prisión, que no cumplirá ya que carece de antecedentes. Se trata de la pena mínima para este tipo de delitos. Eso sí, el empresario tendrá que ingresar 46.316 euros en las arcas de la Seguridad Social como indemnización por no haber pagado las cuotas de las camareras que trabajaban sin contrato.

Ramón Porras, el abogado del condenado, apuntó tras el juicio que su cliente “tiene alguna suerte de participación el negocio”, si bien quiso dejar claro que no fue “el único responsable ni el que se ha beneficiado”, a pesar de haber sido el único acusado de la causa. Explicó que se trata de “una persona analfabeta” y dejó ver que fue un hombre de paja que figuraba en la documentación, pero que no era el verdadero dueño del local.