Pasillo de libertad al “rey” Bódalo

El sindicalista disfruta de su primer permiso penitenciario de tres días: “No soy un peligro para la sociedad”, dice

24 may 2017 / 11:41 H.

Vamos a recibir a Andrés como nuestro rey”. Esa fue la arenga de Diego Cañamero a las cerca de doscientas personas que esperaban bajo un sol de justicia a las puertas del Centro Penitenciario de Jaén. Pasaban unos pocos minutos de las cinco de la tarde, la hora prevista para que Andrés Bódalo saliera a la calle a disfrutar de tres días de permiso. Para entonces, sus compañeros del Sindicato Andaluz de Trabajadores ya habían formado un corredor con el que aclamar a su “rey”. Una cadena humana de unos cien metros que iba desde la barrera de seguridad de la prisión hasta la zona de los aparcamientos. Fue el pasillo de Bódalo hacia la libertad: “En estos 419 días que he estado en la cárcel he repasado lo que ha sido mi vida en la lucha y no he encontrado ni un solo día de violencia hacia nadie”, dijo nada más salir.

La icónica figura del sindicalista galduriense apareció tras la reja de la cárcel de Jaén a las cinco y cuarto de la tarde. Iba ataviado con su característica boina negra y su camiseta del SAT. Además, cargaba con un macuto en el que guardaba las cartas que le han enviado a la prisión durante estos meses. Andrés Bódalo hizo el papeleo en la garita en pocos segundos y ya con la mirada puesta en la calle. A escasos metros, tras la valla de seguridad, lo esperaban su mujer, sus hijos y su nieta. Se fundió con ellos en un abrazo y todos comenzaron a llorar: “Este es el criminal al que han encerrado”, gritó un hombre.

En ese instante, Bódalo levantó el puño y recorrió ese pasillo humano acompañado de los suyos hasta llegar a una zona de sombra, en la que lo esperaba su madre. “Andrés, libertad”, vitoreaban sus compañeros, muchos de ellos llorando a lágrima viva. Ya más calmado, el exconcejal de Jaén en Común quiso hacer una intervención pública: “Es el momento de que la ciudadanía sea valiente, aunque tengamos un riesgo, que es entrar en prisión”. Esas fueron sus primeras palabras. “Me he criado luchando por los trabajadores y siempre lo he hecho de forma ejemplar. En el SAT somos gente honrada, que sale a dar la cara a la calle y a veces ocurren estas cosas”, añadió en alusión a la protesta jornalera de 2012 y que le llevó a prisión por agredir al teniente de alcalde de su pueblo. No obstante, Bódalo insistió en que jamás ha usado la violencia: “No soy un peligro para la sociedad”, señaló.

Cuando le preguntaron que qué va a hacer durante los tres días de permiso, contestó sin titubeos, aunque con la voz quebrada: “Quiero estar con mi familia y abrazarlos todas las noches”. En este punto, apeló a la junta de tratamiento del Centro Penitenciario de Jaén y al juez de Vigilancia para que “hagan todo lo que puedan hacer” en pos de concederle el tercer grado: “Yo tengo gente que me quiere y no soy ningún peligro para la sociedad”, insistió. Y, para terminar, también dijo que entrar en prisión ha “merecido la pena”: “Sé que habrá Justicia conmigo, porque gracias a la gente que dio la cara hubo libertad, trabajo, convenios”.

La petición de indulto, al congreso

Entre los que se encontraban a las puertas de la prisión de Jaén para recibir a Bódalo estaba el diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero. El sindicalista jornalero se refirió a la petición de indulto planteada por la familia de Andrés Bódalo: “Llevamos catorce meses esperando. Esperemos que el Gobierno se digne a contestar. En este tiempo, se han concedido 18 indultos y de este no hay noticias”, dijo. Al respecto, Cañamero anunció que llevarán la petición hasta el Congreso de los Diputados.

Amplio despliegue de seguridad

Casi una veintena de miembros uniformados de la Guardia Civil custodiaron los accesos al Centro Penitenciario de Jaén para evitar cualquier incidente durante la salida de prisión de Andrés Bódalo. También había agentes de paisano. Todos formaban parte de un amplio operativo que pretendía salvaguardar la seguridad de un recinto muy sensible. Todo se desarrolló con normalidad, más allá de los tira y afloja sobre la ubicación de los concentrados. Bódalo debe volver a la cárcel el próximo viernes para seguir cumpliendo su condena.