Nuevo grito de silencio contra la sinrazón del terrorismo

Jiennenses en Mánchester relatan “tensión” y una gran vigilancia policial tras el asesinato de 22 personas

24 may 2017 / 11:41 H.

Las instituciones reaccionan a los ataques terroristas con minutos de silencio; empleados y cargos públicos del Ayuntamiento, la Subdelegación y la Junta, en la capital, en un gesto repetido en otros municipios e instituciones jiennenses, salieron a la calle para enmudecer ante las bombas que, al cierra de esta edición, habían matado a 22 jóvenes, espectador de un concierto de la estrella de una estrella del pop para adolescentes, Ariana Grande, en el Mánchester Arena. Terrorismo del autoproclamado Estado Islámico en una ciudad del Reino Unido que los que la conocen definen como cosmopolita. En esta “city” de medio millón de habitantes, lo que a algunos ciudadanos de Jaén les pasmó en la distancia, a otros jóvenes de la provincia, emigrados, les pilló en directo.

Kilian Marín Rosa, hijo de una valdepeñera, trabaja en un restaurante cerca del centro de Mánchestar, “en todo el meollo”, resume. “No fui al concierto, pero sí lo hicieron amigos míos. Estuve una hora con el móvil hasta que pude asegurarme de que todos estaban bien”, explica. Eso fue poco después de que explotaran las bombas. “Esta mañana (por ayer) desalojaron un centro comercial muy grande, muy concurrido, y hubo un rato en el que tampoco sabía donde estaba mi pareja. Hay muchos policías y registros, casa por casa, en algunos barrios. Evidentemente, podía haber sido mucho peor para mí, estoy bien, pero es una situación tensa, que te mete el miedo en el cuerpo”, reflexiona. Como extranjero, apunta a otro hecho, que comentan otros españoles que viven en el Reino Unido. “Desde que se puso en marcha el ‘Brexit’ ya estamos preocupados por los ataques racistas, porque hay un incremento del sentimiento nacionalista y quien le echa de culpa de todo a los que no somos del país. Quizás hechos como este hagan que crezca”, reflexiona. Como positivo, destaca la rapidez de las fuerzas del orden en localizar a los sospechosos y confía en que la ciudad recupere la tranquilidad.

“Anoche, cuando ocurrió todo, estaba en casa, que comparto con compañeros británicos. Cuando me acuesto, pongo el modo avión y no me entero de nada, la verdad. Pero, cuando me levanté, a las seis de la mañana, tenía el móvil lleno de mensajes de mi padre y amigos. De esta forma me enteré”, resume el alcalaíno Francisco Padilla Muñoz. “Me quedé en shock, todavía más, cuando desayunando vi la cifra de muertos definitiva”, admite. “Decidí hacer un día normal, pero vi como, por ejemplo, habían registrado, una por una, todas las papeleras de mi barrio”, relata. “No he notado nada extraño en la actividad de la población, pero, al subir al autobús, que creo que iba más lleno que cualquier otro día, comencé a pensar en que era el lugar perfecto para poner una bomba, no puedes dejar de darle vueltas”, apostilla. Este “broker” de Alcalá, que trabaja en una compañía de electricidad y gas, razona que, aunque lo ocurrido en Mánchester en terrible, hay otras zonas de Europa donde la violencia está a la orden del día. “Viví en Italia, en una zona donde la Mafia es muy poderosa, y he visto tiroteos y otras situaciones que parecen normalizadas”, dice.