“No se pensó en cómo se iba a gestionar el tranvía en el futuro”

22 ago 2017 / 14:00 H.

El teniente de alcalde y concejal de Personal y Comunicación, Miguel Contreras, ha declarado que la fiscalización realizada por el Tribunal de Cuentas sobre el sistema en Jaén dejan claro que fue un proyecto que no contaba con convenios firmados sin tener el consenso de los grupos políticos del Ayuntamiento. Fueron firmados por la alcaldesa cuando deberían de haber pasado por Pleno y tener su aprobación porque, además, no se hizo un estudio de viabilidad previo.

Miguel Contreras, ha explicado que “es decir, invertir 128 millones de euros de los impuestos de todos los jienenses en una infraestructura innecesaria fue una locura y más teniendo en cuenta que se ha demostrado que no tenía estudios de viabilidad”.

“No se pensó en cómo se iba a gestionar el tranvía en el futuro, ni en la situación económica tan difícil del Consistorio”.

El teniente de alcalde y concejal de Personal y Comunicación ha señalado que “la propuesta del informe de fiscalización del sistema tranviario que ha realizado el Tribunal de Cuentas yo creo que se pone de manifiesto lo que siempre hemos denunciado, que el tranvía fue el capricho de la alcaldesa, una infraestructura que se hizo sin contar con el consenso de las fuerzas políticas en el Ayuntamiento”.

Contreras ha añadido que “no vale decir que hay un informe de vialidad porque este es posterior a la contratación del proyecto y de ejecución de las obras del tranvía. Primero se tomó la decisión y después se pidió el informe de viabilidad”.

Miguel Contreras ha querido recalcar que “desde el PP exigimos que haya de una vez por todas un ejercicio de responsabilidad por parte del PSOE y es necesario que pidan perdón a los jiennenses por invertir dinero público en su capricho. Fernández Palomino como responsable entonces de las cuentas municipales debería de dar explicaciones de porque se asumieron compromisos que sabía perfectamente que por la situación económica del Ayuntamiento eran insostenibles”.

“El Tribunal de Cuentas deja claro tras estudiar las liquidaciones presupuestarias del Ayuntamiento en aquella época y ahora, que ni antes ni ahora, se podían asumir los gastos que se asumieron y mucho menos gestionar y explotar el sistema tranviario”.