“Ni participé, ni conocí, ni di instrucciones”

El más esperado. Segunda sorpresa en el juicio del caso Matinsreg, aunque estaba previsto que el exalcalde de Jaén y exsecretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, declarara en el día de hoy, el último al no estar acusado por el Ministerio Fiscal al igual que Alicia M. F., finalmente lo hizo en la tarde ayer. Su defensa siguió la línea de lo ya declarado ante los medios de comunicación en la primera sesión, “su honorabilidad y su actuación siempre conforme a la ley”. En una puesta en escena singular, ha sido el único de los acusados hasta ahora que prestó declaración de pie —el resto lo han hecho sentados—, sus palabras recordaron, en algunos momentos, a una clase de derecho.

Durante toda su intervención defendió “no tener absolutamente nada que ver con la empresa Matinsreg ni con las supuestas facturas infladas”, que habrían supuesto un quebranto económico para el Ayuntamiento de Jaén de más de cuatro millones de euros durante su mandato. “Ni participé, ni conocí, ni me reuní, ni di ninguna instrucción sobre ninguna empresa de servicios públicos esenciales”, señaló Fernández de Moya, que solo respondió a cuestiones de la Fiscalía, del tribunal y de su abogado durante la hora que duró su declaración. Cabe recordar que es el Ayuntamiento y el PSOE los que lo imputan como acusación particular. Uno de los puntos más importantes durante su intervención tuvo que ver con el levantamiento de reparos, que firmó para permitir que se pagaran las facturas a Matinsreg, la empresa que comenzó a prestar sus servicios al Ayuntamiento de Jaén en agosto del año 2012. “Cuanto asumo mi cargo como alcalde de la ciudad, le pido al secretario que me comunique los asuntos que puedo delegar para que mis compañeros tuvieran una dedicación exclusiva en sus competencias. Entre ellos, no estaba el levantamiento de reparos, es indelegable”, dijo, y aseguró que es un “procedimiento muy habitual que el actual alcalde, Julio Millán, también utiliza a menudo”. Además, aseguró que todo lo hizo respaldado por el informe del secretario general del Ayuntamiento donde se aportaba la solución de una contratación de emergencia por ser servicios esenciales que “no podían dejar de prestarse en la ciudad”.

Del mismo modo, aseveró: “Nunca tuve conocimiento de que existieran facturas infladas”. Asunto en el que fue contundente. Sobre este punto en referencia al control de las facturas que se registraban en el Ayuntamiento, señaló que confiaba “plenamente en esa cadena, desde el técnico hasta que llegara a la Alcaldía”, a lo que añadió: “Confianza y solvencia de los concejales y las áreas que tenían delegadas”. En cuanto al proceso de selección de la empresa que se encargaba del mantenimiento de fuentes y semáforos, aseguró que “no intervino”. Según su declaración, para la que utilizó diversos ejemplos y para la que nombró distintos artículos apoyado por una tablet, una vez que conocen que la empresa que prestaba los servicios había decidido irse, plantean la necesidad de buscar otras que puedan cubrirlos. “Estaba muy preocupado, llevábamos un año intentado resolver diversos problemas en la ciudad y no terminaba de creerme que una empresa como Imesapi que acababa de cobrar 25,2 millones de euros con el plan de pago a proveedores pudiera abandonar la ciudad. Por ello, cuando conocimos la decisión, comenté con el concejal de Mantenimiento Urbano y de Hacienda la necesidad de plantear soluciones porque estamos hablando de servicios básicos”, dijo. Fue por entonces cuando el edil de Hacienda, Miguel Contreras, le comenta que el secretario general “está realizando un informe con los pasos a seguir en este procedimiento”. Así, confirmó que es siguiendo esta hoja de ruta como se determina que otra empresa pudiera hacer los trabajos mediante un procedimiento de urgencia hasta que se pudiera redactar un nuevo pliego y sacarlo a licitación.

En cuanto a su relación con el resto de acusados, aseguró no haberse reunido “nunca” con Luis Gregorio G. V., gerente de Matinsreg, quien manifestó en su declaración del martes que había estado en el despacho del alcalde. Lo mismo dijo del resto de empresarios implicados. De esta forma se defendió ante lo recogido por el auto inicial del Juzgado de Instrucción que decía que Fernández de Moya “vino ordenando personalmente los pagos a realizar a dicha empresa en contra de los informes y reparos de legalidad que hacía recaer constantemente el interventor del Ayuntamiento”. En dichos reparos “se aludía precisamente a la ausencia de todo procedimiento, soporte contrato o relación de toda índole de Matinsreg con el Ayuntamiento de Jaén”. El último en declarar será Rodrigo G. C, empresario y yerno de José M. A., que lo hará en el día de hoy.

Anguita: “Jamás en la vida he cobrado una comisión”

El que fuera primer teniente de alcalde se desvincula de la supuesta trama

Manuela Millán

Sesión muy intensa. La tercera jornada del juicio del caso Matinsreg fue la más productiva en cuanto a declaraciones. El segundo en ser llamado al banquillo por parte del tribunal fue el ex primer teniente de alcalde, Miguel Ángel García Anguita. Una declaración muy esperada tras ser señalado el día de antes por el gerente de la empresa Matinsreg, Luis Gregorio G. V., —que reconoció los hechos— de ser quien gestionaba las facturas desde el Ayuntamiento, “cobrando una comisión por ello” según le comentaron dos de los empresarios implicados. “Jamás en la vida he cobrado una comisión”, aseguró. Durante su testimonio se desvinculó completamente de los hechos de los que se le acusa y de tener nada que ver con la presunta trama. Además, manifestó que el testimonio de Luis Gregorio G. V. “es falso”.

Según comentó, su relación con este asunto se limitó a una reunión que mantuvo con otro de los acusados, José M. A., a través del consuegro de éste, conocido de Anguita. “Me comentaron que tenía una empresa interesada en prestar sus servicios en el Ayuntamiento de Jaén y yo me limité a derivarlo a la Concejalía de Mantenimiento, ya que yo no tenía competencias”, destacó. Además, dijo que “no se habló en ningún momento del servicio de mantenimiento de fuentes ni semáforos”, ya que por entonces “la empresa encargada de estos trabajos no había informado de que tuviera intención de irse”. “Yo no estuve en más reuniones, ni seguí el procedimiento ni los trabajos de Matinsreg”, añadió.

Asimismo, según su declaración, tuvo conocimiento de la designación a Matinsreg semanas más tarde, “cuando regresó de las vacaciones del mes de agosto”. “Mis funciones en el Ayuntamiento eran las suficientes como para entrar en las competencias que tenían el resto de mis compañeros”, subrayó. Por último, en cuanto a la decisión de cambiar al técnico de la Oficina de Control, que fue relevado por Agustín S. G., también imputado, describió: “El anterior técnico no tenía la categoría necesaria para realizar esas funciones, era un puesto para funcionarios y este era personal laboral del Ayuntamiento”.

“Nunca se acordó elevar la cantidad de la facturación”

El primero de los acusados en prestar declaración en la jornada de ayer fue Isidoro C. S., empresario. En su versión dejó claro que nunca se “acordó inflar las facturas”. “Yo las veía, pero no noté que estaban modificadas”, aseguró. También negó tener relación con el exalcalde Fernández de Moya y con el que fuera teniente de alcalde, Miguel Ángel García Anguita. Además, confesó que se llevaba “el 20% del beneficio”.

“Es evidente que alguien no hizo bien su trabajo”

El que fuera concejal de Mantenimiento Urbano se desvinculó de la trama y dijo: “Es evidente que alguien no hizo bien su trabajo”. Así, apuntó a la Concejalía de Hacienda dirigida por Miguel Contreras, al que hizo alusión ya que Mantenimiento Urbano “no es responsable de la contratación”. Añadió que Contreras autorizó el pago facturas “sin tener su visto bueno” y aseguró que de conocer el asunto “hubiera intervenido”.

“Fui imprudente con las facturas por la gran carga de trabajo”

El técnico municipal implicado en la presunta trama de Matinsreg reconoció que fue “un poco imprudente” al no comprobar las facturas “por la gran carga de trabajo y la necesidad de prestar unos servicios tan importantes”. También aseguró que quien le presentaba las facturas era Rodrigo G. C, uno de los empresarios implicados y que los precios “estaban ya aprobados antes de que asumiera el puesto”.

“No participé en nada relacionado con las facturas”

Alicia M. F., hija y esposa de dos de los acusados, declaró en la jornada de ayer “no conocer el procedimiento que se realizaba con las facturas”. A pesar de que el Ministerio Fiscal no la acusa, sí que lo hace la acusación particular, que le pide catorce años de cárcel y veintidós de inhabilitación. Según manifestó, “solo se presentaban las facturas en el Ayuntamiento, pero se realizaban por parte de Matinsreg”.