Morosidad “in crescendo”

Según el dicho, con el año nuevo empieza una vida igualmente nueva. Sin embargo, en el caso de las arcas municipales, el cuento es el mismo o, quizá, peor que cuando arrancó 2015. Así se desprende, al menos, de los datos que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas maneja sobre el periodo medio de pago en el que el Ayuntamiento de la capital salda cuentas con sus proveedores. La inyección de liquidez que recibió del Gobierno a finales de 2014, le permitió entrar en 2015 con, relativamente, “buen pie” y una demora media en el pago de las facturas de 149,9 días.

En realidad, el tiempo que tarda en liquidarlas supera con creces los 30 días naturales a la entrada en registro que la Ley de morosidad que el Gobierno aprobó en julio de 2014 establece para que se abonen. Pero la realidad es que, desde ese mes de enero, el periodo que el Ayuntamiento necesita para pagar a sus proveedores no ha dejado de aumentar. Diez meses después, en octubre —último mes del que el departamento de Cristóbal Montoro ofrece datos en su web—, la entidad local jiennense se situaba en una demora media de 283,91 días. Es decir, estaba liquidando deudas con proveedores casi ocho meses y medio después de lo que marca la Ley y el doble de tarde que 10 meses antes.

Con una deuda que, en la primavera del año pasado, el equipo de Gobierno local cifraba en 460 millones de euros y la oposición socialista, en unos 630 millones, el Ayuntamiento de la capital tiene el dudoso honor de ser el más moroso del país, por delante, incluso, de los de Parla (Madrid) y Alcorcón (Madrid) y, en Andalucía, de los de Jerez de la Frontera o Algeciras (ambos en la provincia de Cádiz) y que le van a la zaga.

Entre enero y octubre de 2015, la Administración local jiennense tardó una media de 209 días en saldar cuentas con sus proveedores. Esto es, casi 6 meses después de lo que establece la normativa y un mes más tarde de lo que lo hace el Ayuntamiento algecireño, que acumuló un retraso medio de 171,1 días (más de cuatro meses y medio después de lo que dicta la Ley).

Hace años que se repite la palabra “quiebra” para hablar de la situación en la que se encuentran las arcas municipales, pero, de forma directamente proporcional al tiempo que tarda en pagar facturas, quienes sufren esa ruina técnica son los proveedores con una deuda que tampoco deja de crecer. Si, en enero de 2015, la deuda ascendía a 27 millones de euros, en el mes de octubre, el importe pendiente de pago que le contabilizada el Ministerio de Hacienda era de 45,69 millones. Cerró el mes con un periodo medio de pago a proveedores de 283,91 días. Fueron casi 71 días más tarde de lo que lo hace el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, pese a que la Administración gaditana tiene una deuda de casi 25 millones de euros más que la de Jaén con las empresas y autónomos que la abastecen de servicios (en global, 70,2 millones, según el dato de octubre que recoge la web del Ministerio de Hacienda). Con mimbres como estas, aquello del “año nuevo, vida nueva” parece difícil.