“Me limité a defender los documentos de Podemos”

Ayudada de un botellín de agua, para diluir el nudo en la garganta que, en varias ocasiones, interrumpió su relato, Trinidad Ortega desmenuzó el cáliz que ha bebido desde que se convirtió en secretaria general de Podemos Jaén en enero de 2015 y que la ha abocado a dimitir. Asediada por los micrófonos y las cámaras que colonizaron el espacio, Ortega detalló el “cúmulo de motivos” que la han abocado a dimitir y a dejar “también la inscripción” en la formación.

Tragando saliva, y entre suspiros, denunció haber sido víctima de una “campaña de acoso y derribo” que comenzó antes incluso de asumir el cargo, tras las primarias que libró contra la candidatura de “Jaén Podemos +”, que lideraba David Peñafuerte, miembro del Consejo Ciudadano Andaluz y suspendido temporalmente del municipal. Y sostuvo que había ido in crescendo. “Nula”, “inepta”, “inútil”, “apestada” y hasta “un cáncer en Podemos” son algunos de los “miles de mensajes diarios” que dijo haber recibido y que leyó a los periodistas.

“He sentido miedo”, aseguró, mientras subrayaba que la dirección regional y nacional de Podemos, así como el Comité de Garantías estaban al tanto. Y, sin embargo, lamentó no haber tenido “nunca” el apoyo de los órganos del partido. En lugar de eso, señaló que, después de comunicar la situación personalmente a Teresa Rodríguez: “Aumentaron los ataques y mi nombre se ve cada vez más deslegitimado”.

Ortega, que ha denunciado todo esto ante la Policía Nacional, afirmó que su decisión “no señala a nada, ni a nadie en particular”. Pero se quejó de las declaraciones del SAT, que la “deslegitimaron”. Y, sin pronunciar su nombre, como sí hacía en la carta, aludió a Peñafuerte: “Ha sido una lacra”. Habló de “viles artimañas” y mostró su esperanza en que acaben en un partido que —reprochó— emergió para “hacer una nueva política”, que ha caído “en la vieja” y del que —confesó— la ha alejado también la “suma de letras” que, inicialmente, se rechazaba.

Exhibió lealtad a los “principios originales” de Podemos y a sus documentos, que dijo “haberse limitado a defender” como secretaria general. “Mi trabajo no era aglutinar marcas, ni sensibilidades”, indicó. “¿Qué pasará ahora con el partido en Jaén?, preguntó un periodista. Y, como Clark Gable, en “Lo que el viento se llevó”, Ortega respondió: “No me importa”. Luego, remató: “¡Ojalá sí se pueda!”.