Más víctimas del “antigitanismo”

La Fundación del Secretariado Gitano alerta del incremento de casos de discriminación

30 nov 2016 / 12:14 H.

Un veinteañero de Mengíbar es uno de los participantes en el Programa Acceder, un plan para integrarse en el mercado laboral. El joven es seleccionado por una cadena de supermercados para hacer las prácticas en el establecimiento que esta empresa tiene en su pueblo. Sin embargo, al final, fue trasladado a un supermercado de la capital. El argumento fue que si la clientela del primer local se percataba de que el alumno en prácticas era gitano, “las ventas podrían descender”. Esta historia es real y ocurrió en esta provincia. Es uno de los 154 casos de discriminación al pueblo gitano recogidos en el Informe Anual de la Fundación Secretariado Gitano, que fue presentado ayer por la presidenta de este colectivo, Guadalupe Revueltas, y el orientador sociocultural, Francisco Camacho. Los datos demuestran que el rechazo hacia la comunidad gitana “es constante, permanece y se manifiesta de formas diferentes”, según reza el informe. La negación en el acceso a los derechos, las manifestaciones o publicaciones racistas y los delitos de odio son algunas de las formas en las que el rechazo se manifiesta.

El informe 2015 se ha centrado en explicar el “antigitanismo”, término empleado para definir un tipo específico de racismo, que se manifiesta a través de la violencia, el discurso de odio y la discriminación hacia el pueblo gitano. La Fundación señala que es “fundamental” utilizar este término para visibilizar el rechazo social contra esta parte de la sociedad, ya que el uso de términos generalistas invisibiliza este problema. Hay otro caso de discriminación registrado en la provincia y que refleja perfectamente este término del “antigitanismo”. Ocurrió en Linares, cuando una mujer paya acudió a la Fundación Secretariado Gitano para quejarse porque a su sobrino no le había dejado apuntarse en un curso. Sus palabras textuales fueron: “Claro, es que todo es para los gitanos y luego no los aprovechan”. Posteriormente, tal y como se relata en su informe, la mujer recibió explicaciones sobre cómo funcionan estas actividades, reflexionó y pidió disculpas por lo ocurrido.

El informe del año 2015 alerta de que este “angitanismo” va a más, sobre todo a través de las redes sociales. En este sentido, la Fundación pide “combatir” esta actitud: “Debe convertirse en un objetivo claro de los poderes públicos y de los responsables políticos, con medidas concretas de prevención y sensibilización, así como de protección a las víctimas”, señala esta análisis, que se realiza desde hace doce años para documentar los casos de discriminación, que tan solo suponen “una pequeña parte de un problema mucho mayor”.