Más de 300.000 jiennenses, “víctimas” del Banco Popular

Adicae reúne a los afectados para tratar de recuperar las inversiones perdidas

21 ago 2017 / 11:13 H.

El caso del Banco Popular dejó un río de afectados en el mar de olivos. En concreto, según datos de la propia entidad recopilados por la Adicae (Asociación para la Defensa de los Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de Andalucía), son 305.152 las “víctimas” jiennenses. Nada menos que el 90 por ciento de ellos representa a pequeños ahorradores inversores que vieron cómo se “volatilizaban” sus cuentas en cuestión de días. Además hay que sumar las 18.000 personas que contaban con deuda subordinada, recuerdan desde la asociación. Desde el momento en el que se ejecutó la resolución del Banco Popular por la que la entidad fue intervenida y vendida por un euro al Banco Santander, el pasado 19 de junio, la Adicae presentó un recurso contra la resolución del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), que la Audiencia Nacional ya admitió a trámite. “En esta operación, cientos de miles de ahorradores vieron evaporarse toda su inversión, pese a que escasos días antes la entidad se consideraba solvente”, denuncian. No se conocen cifras exactas del dinero “perdido”, aunque algunos de los datos que maneja la Adicae aseguran que a junio de 2017, el Banco Popular contaba con 4.196 millones de acciones. De hecho, en la ampliación de capital del año pasado se captaron 2.505.551.441 euros, con 33.137 nuevos accionistas, por lo que se habla de cifras “muy elevadas y, lo que es peor, del patrimonio de pequeños ahorradores”. En declaraciones a este periódico, la asociación confirma que continúa su ofensiva legal con la demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ya que, según relatan, “no ha existido transparencia, no se ha evitado la pérdida de valor, se ha vulnerado la credibilidad del sistema al actuar con arbitrariedad, además de haberse beneficiado a unos en perjuicio de otros”. Dicen que en próximas semanas anunciarán los pasos que seguir y que, en estos momentos, los servicios jurídicos estudian “minuciosamente” cada dato. Esperan que el máximo órgano de Justicia europeo vele por la seguridad de los consumidores, “lo que no han hecho las instituciones”.

Asambleas que dan apoyo a los clientes

Desde que los pequeños ahorradores inversores del Banco Popular se enfrentan a esta situación, la Adicae organiza en el ámbito estatal asambleas informativas. “El objetivo es dar a conocer a las personas afectadas por esta operación, tan opaca como irregular, sus derechos y aúnen sus fuerzas a la ofensiva legal de la asociación con el fin de ejercer la mayor presión ciudadana y que los afectados recuperen el patrimonio perdido”, explican. En el mar de olivos el próximo lunes, 28 de agosto, está previsto ofrecer otra charla informativa en Alcalá la Real, para atender las dudas de los clientes.

“Me hicieron accionista en contra de mi voluntad y ahora no tengo nada”
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Marcos Jiménez es de Torreperogil y, a sus 55 años, se encuentra ante una situación “indignante”. Su vecino, que era interventor del Banco Popular, le recomendó comprar preferentes. Aunque confiesa que nunca le ha atraído el “riesgo” a las inversiones ni a amortizar su dinero, confió en esa persona que le vendió lo que, por aquel entonces, era un “buen producto”. Depositó veinticuatro mil euros que había ahorrado “con mucho esfuerzo” durante su vida. “Cuando vi lo que ocurrió con las preferentes por televisión, fui al banco y ahí me explicaron que su valor se había reducido a cinco mil euros, no me lo podía creer, así que al preguntarles cómo recuperar mi inversión inicial, me aseguraron que al adquirir acciones, con aguantar unos años, sería suficiente para volver a tener el dinero”. Jiménez no estaba muy de acuerdo con la alternativa. “En las preferentes podía acceder a mi dinero en cualquier momento, aquí no, y eso no me gustaba, pero al final hicieron la compra, en contra de mi voluntad”. Jiménez confiesa que sus conocimientos en bolsa y productos bancarios era “nulo”. “Soy el único que trabaja en casa, así que no puedo permitirme jugar con el dinero, soy bastante cobarde o prudente en eso, me conformo con lo mío”. Por ello, en cuanto descubrió la caída del Banco Popular se dirigió a las oficinas. “Me confirmaron lo peor, que no tenía nada, cero”, afirma, y añade: “Dicen que todos estamos en la misma situación y que no pueden hacer nada, incluso ellos, ahora ni siquiera me atiende el director, siempre está fuera o con algún otro cliente, excusas”.