Más calidad de vida a través del empleo

Aprompsi trabaja con setenta personas con discapacidad intelectual en la orientación e intermediación laboral

30 may 2018 / 08:53 H.

Solo una de cada cuatro personas con discapacidad en España tiene empleo. Así consta en el estudio “Informe Olivenza 2017”, elaborado por el Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED) y promovido por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), con motivo del Día Internacional del Trabajo. Además, el documento apunta a que más del 63% de los jóvenes con discapacidad están en situación de desempleo, frente al 53,3% de los jóvenes que no la tienen, y muestra que el 15% de las personas con discapacidad en edad laboral tienen estudios superiores, mientras que aún hay un 8,2% entre el colectivo que son analfabetas y que están inactivas.

Para frenar esta situación trabaja la Asociación Pro-Minusválidos Psíquicos de Jaén, Aprompsi, cuyo principal objetivo es el de contribuir desde su compromiso ético a que las personas con discapacidad intelectual puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida y conseguir su inclusión como ciudadanos de pleno derecho. Así, con el apoyo del Fondo Social Europeo y la Fundación Bancaria “La Caixa” tiene en marcha el “Servicio de orientación e intermediación laboral para personas con discapacidad intelectual” del Programa Más Empleo.

“Solicitamos el proyecto con la idea de ubicar el servicio de orientación en Aprompsi a través de una convocatoria de la entidad financiera el año pasado, cofinanciado por fondos europeos en un 80% y La Caixa en un 20%, y que se prolongará hasta el próximo 2023. El objetivo era el de conseguir acciones de orientación laboral para los chicos con discapacidad intelectual, que cuentan con el apoyo de dos orientadores, recursos de formación y empleo”, explica una de las técnicos, Eva Peláez, que junto con Luis Lara se encarga del desarrollo del programa.

El programa comenzó en 2017 con 22 usuarios, mientras que para este 2018 cuentan con 70, que reciben una cualificación profesional en función de los perfiles y las demandas del mercado laboral: “El año pasado contamos con varios tipos. Por ejemplo, de manipulador de alimentos o de limpieza, mientras que para este 2018 tenemos prevista la realización de entre 4 y 5 cualificaciones”. De hecho, la semana pasada tuvieron de nuevo la de manipulador de alimentos y uno de alérgenos que, puntualiza Eva Peláez, es fundamental para puestos como los de reponedor o pinche de cocina. “En breve desarrollaremos un curso de atención al público, que es importante para aquellos que se quieran emplear, por ejemplo, como ordenanza, y seguramente después del verano contemos con uno de jardinería y, con toda probabilidad, de reciclaje, aunque aún tenemos formaciones que no hemos perfilado”, argumenta la técnico de Aprompsi. Entre los objetivos del programa relativos a la formación, todo usuario deberá realizar al menos una cualificación relacionada con su perfil e interés profesional.

Las líneas de intervención enmarcadas en el programa son cuatro. La primera de ellas es un diagnóstico individualizado, centrado en la valoración del historial profesional y formativo de la persona, así como la detección de las necesidades, carencias, actitudes, competencias y otros factores relacionados con el acceso al empleo, con el objeto de establecer su perfil de empleabilidad. La segunda pasa por el diseño y el desarrollo del itinerario individualizado de formación y orientación sociolaboral. Para ello se establecen acciones de promoción personal y mejora de la empleabilidad, así como los apoyos personalizados necesarios a través de la atención social, que tiene como objetivo orientar a los participantes con carencias sociales manifiestas y activar sus recursos personales; el desarrollo competencial con la potenciación de los conocimientos, las aptitudes y las actitudes necesarias para cualquier actividad laboral; la orientación laboral, encaminada a familiarizar a los participantes con las diversas técnicas de búsqueda de empleo y a proporcionar un conocimiento del mercado laboral, y la alfabetización digital para el desarrollo de competencias digitales y de habilidades técnicas, sociales y éticas relativas al uso de las TIC.

La tercera línea es la prospección e intermediación laboral para la detección y generación de oportunidades en el mercado de trabajo. “Es fundamental sensibilizar al mercado empresarial, y que sepan que trabajamos con chicos que tienen menos grado de dificultad y menos dificultades. En este sentido, para el próximo mes de septiembre queremos organizar un desayuno con empresas. Además de que a los técnicos nos tienen en todo el proceso, desde la selección hasta el asesoramiento en el tipo de contratación y el apoyo en el empleo, que supone la cuarta línea, para que consoliden el mantenimiento del puesto en forma de tutorías individuales y colectivas a lo largo de todo el proceso”, afirma la técnico.

El fomento de la autonomía personal es una cuestión fundamental a lo largo de todo el proceso, en el que también realizan visitas a empresas para que conozcan los puestos de trabajo a desempeñar y así constaten si son capaces de seguir por ese camino. “También es muy importante el trabajo desarrollado con las familias”, apunta Eva Peláez.

En la edición del pasado año, de los 20 participantes consiguieron contrataciones temporales para 18 chicos, mientras que uno de ellos continúa en la actualidad en su puesto de trabajo. En el caso de este 2018, los objetivos de contratos pasan por la inserción de 20 usuarios, 10 chicos y 10 chicas. Pero, además del hecho en sí de tener un empleo, se busca la calidad, por lo que se plantea que 3 de los beneficiarios de ambos sexos sigan contratados a fin de año.

La premisa: tener ganas de trabajar

Los participantes en el Programa Más Empleo cuentan con edades comprendidas entre los 16 y los 65 años, y según explica la técnico, está abierto a cualquier persona con discapacidad intelectual que tenga el compromiso de formarse y hacer las cualificaciones necesarias para acceder a un puesto de trabajo. “Ya tenemos casi el 80% de la gente seleccionada del programa”, afirma Eva Peláez.

También buscan la paridad entre los participantes aunque, reconoce, es complicado. Porque, aunque los usuarios son en su mayoría de Jaén, algunos llegan desde los municipios de las inmediaciones y, en algunos casos, las chicas tienen más reticencias a desplazarse solas. Con respecto a los sectores a los que se dirigen, están desde los alimentarios hasta los de limpieza y administraciones públicas.